Incivismo
Hola,
El alcalde la de la ciudad de aquí al lado, o sea Barcelona, ha declarado que va a tomar medidas contra el alto grado in civismo que demuestran los venidos de fuera. Esto mismo ya se veía venir desde hace tiempo, pero nadie ha hecho nada.
Desde hace un tiempo tanto con los venidos de fuera para residir, como con los venidos a veranear, se ha detectado un retome de las viejas costumbres. Ahora ya puedes volver ese bonito gesto de gente escupiendo en medio la calle, o en su defecto a la vía del metro. Puedes volver a ver algún cigarrillo entre los raíles del metro, cigarrillo apurado hasta la entrada del mismo y lanzado justo antes de cerrarse las puertas. Estoy ansioso por volver a recuperar esas mágicas imágenes de una mama con un niño en un lateral del anden meando... cosas de niños, dicen. De momento, nos habremos de conformar con ver a guiris vomitando en plena Ramblas, las cervezas baratas (que un sabio paquistaní les ha vendido) que sean pimplado en medio de la calle. Por no olvidar esa meadilla detrás del container, que da calidez al ambiente. Pero como en todo siempre hay algo positivo, el colectivo de señoritas de compañía (por no llamarlas putas), tienen tanto trabajo, que ahora hasta salen de día.
Por razones que se me escapan, alguna gente tiene un concepto equivocado de España, de Barcelona. Vienen aquí a hacer todo aquello que no harían en su casa. Quizá es lo que les vendemos. Por aquellas cosas de la cercanía, todas las cosas malas de la vecina Barcelona se pegan a esta ciudad, espero que reaccionen a tiempo, y no tarde, como esta haciendo el señor Clos.
Adeu.
El alcalde la de la ciudad de aquí al lado, o sea Barcelona, ha declarado que va a tomar medidas contra el alto grado in civismo que demuestran los venidos de fuera. Esto mismo ya se veía venir desde hace tiempo, pero nadie ha hecho nada.
Desde hace un tiempo tanto con los venidos de fuera para residir, como con los venidos a veranear, se ha detectado un retome de las viejas costumbres. Ahora ya puedes volver ese bonito gesto de gente escupiendo en medio la calle, o en su defecto a la vía del metro. Puedes volver a ver algún cigarrillo entre los raíles del metro, cigarrillo apurado hasta la entrada del mismo y lanzado justo antes de cerrarse las puertas. Estoy ansioso por volver a recuperar esas mágicas imágenes de una mama con un niño en un lateral del anden meando... cosas de niños, dicen. De momento, nos habremos de conformar con ver a guiris vomitando en plena Ramblas, las cervezas baratas (que un sabio paquistaní les ha vendido) que sean pimplado en medio de la calle. Por no olvidar esa meadilla detrás del container, que da calidez al ambiente. Pero como en todo siempre hay algo positivo, el colectivo de señoritas de compañía (por no llamarlas putas), tienen tanto trabajo, que ahora hasta salen de día.
Por razones que se me escapan, alguna gente tiene un concepto equivocado de España, de Barcelona. Vienen aquí a hacer todo aquello que no harían en su casa. Quizá es lo que les vendemos. Por aquellas cosas de la cercanía, todas las cosas malas de la vecina Barcelona se pegan a esta ciudad, espero que reaccionen a tiempo, y no tarde, como esta haciendo el señor Clos.
Adeu.
Where did you find it? Interesting read » »
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