La churreria
Hola,
En un mundo laboral, como el mío, que presume de especializado, sufre de un mal que creo, y digo creo, solo pasa en la informática. Todo el mundo piensa que entiende y encima mas de uno se dedica a practicarlo.
El mal común con los otros trabajos especializados es eso exactamente, que solo un grupo reducido se puede dedicar a él. Entre este grupo encuentras verdaderos cracks, gente muy buena, mediocres (como un servidor), malos.... Pero la informática tiene aquella cosa, que hace que cualquiera piense que puede dedicarse a ella. Así nacen los “vendedores de humo”. Es un grupillo de gente, que suele actuar sola, de nivel mediocre-malo en el campo, pero con una facilidad para conseguir que la gente, neófita, crea que sabe mucho. Y por lo tanto siguen sus consejos ciegamente. Por supuesto, cuando la cosa falla, siempre es culpa de “ellos” (esos seres extraños que están detrás de cualquier fallo inexplicable), y que Iker Jiménez haría bien de investigar, o de Murphy.
En mi corta vida laboral, ya he topado con varios vendedores de humo, y los peores son los que gracias a la humareda, ostentan sitios de mando. Estos lo que consiguen es que tu vida laboral, se empeore o empobrezca, buscando o creando sus mundos de Yuppie que tu de antemano sabes que son inviables, y van a crear miles de problemas.
Ante tal tontería, a un buen colega, se le ocurrió que la mejor manera de alejarse de tanto “vendedor de humo”, es alejarse de toda tecnología y montarse una churreria. A día de hoy, no parece mala idea.
Adéu
En un mundo laboral, como el mío, que presume de especializado, sufre de un mal que creo, y digo creo, solo pasa en la informática. Todo el mundo piensa que entiende y encima mas de uno se dedica a practicarlo.
El mal común con los otros trabajos especializados es eso exactamente, que solo un grupo reducido se puede dedicar a él. Entre este grupo encuentras verdaderos cracks, gente muy buena, mediocres (como un servidor), malos.... Pero la informática tiene aquella cosa, que hace que cualquiera piense que puede dedicarse a ella. Así nacen los “vendedores de humo”. Es un grupillo de gente, que suele actuar sola, de nivel mediocre-malo en el campo, pero con una facilidad para conseguir que la gente, neófita, crea que sabe mucho. Y por lo tanto siguen sus consejos ciegamente. Por supuesto, cuando la cosa falla, siempre es culpa de “ellos” (esos seres extraños que están detrás de cualquier fallo inexplicable), y que Iker Jiménez haría bien de investigar, o de Murphy.
En mi corta vida laboral, ya he topado con varios vendedores de humo, y los peores son los que gracias a la humareda, ostentan sitios de mando. Estos lo que consiguen es que tu vida laboral, se empeore o empobrezca, buscando o creando sus mundos de Yuppie que tu de antemano sabes que son inviables, y van a crear miles de problemas.
Ante tal tontería, a un buen colega, se le ocurrió que la mejor manera de alejarse de tanto “vendedor de humo”, es alejarse de toda tecnología y montarse una churreria. A día de hoy, no parece mala idea.
Adéu
La palabrería resulta muy útil en cualquier campo... para el que la practica.
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