El primer día

Hola,

Pues ha vuelto. Si, si. Ayer empezó en nuestro departamento, un chaval nuevo. Aún esta estudiando, y si hoy le enviaran la vida laboral pondría, días trabajados : 1 .
Llegó pronto, puntual, doy por hecho que alguien le dijo alguna hora. Porque al llegar se encontró solo, ya que ninguno de nosotros sabía que venia. Encima, por culpa de la lluvia llegamos mas tarde de lo habitual. Los de sistemas, no sabían de su existencia, así que no tenía correo, ni acceso a la red, ni nada. Pero tampoco le era muy necesario, ya que como los de informática tampoco lo sabían, no le habían preparado un PC. Entonces se empezó a romper todo (Alex siempre Alex), y en lo último que podías pensar era en ponerte con él. Como era de prever Enric se puso en plan histérico, y se oyeron mil renuncias al nombre de Alex, y debe de ser divertido que en tu primer día verle chillar, pero debió pensar que "estos romanos están locos". Para compensar con su corta edad, y corto bagaje, alucinó al ver el curro que hay por dentro de la web, y que tan poco nos luce por fuera.
Yo no recuerdo mi primer día, así que debió ser aburrido de cojones. Pero recuerdo mi primer día en cierta empresa textil, y recuerdo los gritos, entre jefes de departamento, y hoy me rió, como supongo que él se reirá del día de ayer, de aquí a unos años cuando le cambie la sonrisa.

"Yo acechaba su reacción y observé que sonreía a medias al sentarse: una mueca juvenil, de conejo al cabo de la calle; de esas que captan de inmediato la benevolencia incondicional del público en cualquier película de dibujos animados. Con el tiempo supe que también era capaz de sonreír como un lobo despiadado y flaco, y que podía componer uno u otro gesto según lo exigieran las circunstancias; pero eso fue mucho más tarde." El club Dumas - Arturo Pérez-Reverte