Sentimientos nuevos

Hola,

Ayer, por primera vez, me sentí al otro lado de una pataleta corporativa. Una pataleta corporativa, es aquella que te coges cuando algún producto que has adquirido no funciona como prometen, y por lo tanto debe, pero sabes que tu queja caerá en saco roto. Vamos como protestarle a Telefónica, Endesa o Microsoft. Pero aun así, te armas de todo tu mejor cinismo, y fino saber a la hora de expresarte, para cantarles las cuarenta. ¡¡¡Esta gente me va a oír!!!
No se si con todas las reclamaciones de este tipo pasa lo mismo, pero al menos en la que al departamento en el que estoy incumbe, el usuario tenía toda la razón, y por nuestra parte, como le intentamos hacer ver, nada podemos hacer. No es que el problema sea irresoluble. La aplicación tiene un problema, se repara y listos. Pero la aplicación esta hecha por una empresa externa, y cambios exigen mas dinero, y problemas llamemoslos socio económicos, sin menospreciar la tontería acumulada del autor.... Total, que al final, por H o por B, el problema no se soluciona, el usuario se encabrita, y tu te quedas con la sensación de que la solución es tan fácil y la estupidez humana es tan grande.
Y cambiando de tema, ayer al llegar por la tarde a mi casa, y encender la televisión, me quedé pensando que si todo sucede por alguna razón, alguna fuerza cósmica se la tiene jurada a la ciudad de Madrid.