En el límite

Hola,

Cualquiera que haya leído, escuchado, las noticias sobre la ciudad Hospitalet en estas últimas semanas, ha podido llevarse la idea que los fines de semana se convierte en una ciudad sin ley del viejo oeste. Pero nada más lejos. Solo es la unión de incompetencia política y atontados de la generación ni-ni.
La incompetencia política no hace falta de que os de explicación de que es, ya que seguramente todos, a nivel local o nacional, la habéis sufrido. La generación ni-ni, para los que no estáis familiarizados con el término, son aquellos jóvenes que ni estudian, ni trabajan, y como apostilla más de uno ni tienen ganas de hacerlo.
El problema viene porque en la ciudad de Cornellá, limítrofe con Hospitalet, hay las más grandes discotecas de la zona, donde todos los ni-ni van de juerga de Jueves a Domingo. Estas discotecas están tan situadas al límite de la ciudad de Cornellá que cuando sales de ellas y das un par de pasos, estas en Hospitalet. Así que los ni-ni, antes de entrar a los locales, o al salir, se reúnen, se emborrachan, y cuando tienen a bien se pelean, destrozan el mobiliario urbano, o lo ensucian, todo ello con el lógico ruido para los vecinos.
El problema viene porque los vecinos, recordad que hablamos del límite, son todos de Hospitalet, ya que en esa parte de Cornellá solo hay las discotecas, almacenes y empresas varias. Las discotecas, que por estar allí situadas hacen que los ni-ni se concentren, incumplen algunas leyes urbanísticas por lo que el ayuntamiento de Hospitalet pide que se cierren, pero ellos no pueden hacer nada porque están en Cornellá. El ayuntamiento de Cornellá dice que no incumplen ninguna ley, y que ellos en su ciudad no tienen ninguna queja de ruido. Y entre tontería y tontería, parece que este fin de semana, la policía en Hospitalet pondrá vallas para impedir el paso hasta Cornellá. Así que este jueves, volveremos a tener a los ni-ni a lo suyo, y los políticos a lo suyo, y volveremos a ser noticia por algo no bueno.