Días como hoy

Hola,

Hay días que se deben marcar en el calendario, y hoy parecía que era uno para borrar. Llevo días y días persiguiendo a Leyre, y no es fácil. Empieza a dar los primeros pasos, pero ha aprendido que para moverse, ha de levantar los brazos, agarrarse a los dos dedos mas cercanos, agachar la cabeza y mover los pies. A ver si hago una foto.
Pues llevamos ya muchos días así todos los de casa. Los demás dicen que les cuesta seguirla por la incomoda postura, pero pensad en sus tres palmos de alturas, y lo mucho que he de doblarme para llegar a ella. Pensad también que caminando la gente me dice que tengo las piernas muy largas y que doy zancadas, cuando para mi solo son pasos. Pues imaginad mover mis grandes pies al ritmo de sus pequeños pasos. Sin contar que no quiere hacer otra cosa que caminar, o sin olvidar la ilusión que le hace subir y bajar escaleras mecánicas. Ayer las subimos y bajamos unas cinco o seis veces seguidas. Ella alucinando, y la gente contemplando el espectáculo de ese moco de niña y ese señor que peina canas, escaleras arriba, escaleras abajo.
Pues esta tarde he vuelto a estar con ella, uno que es así de masoquista. La tenía su madre, la ha soltado un segundo para ver si mantenía el equilibrio, y chas, ha dado tres pasos solita antes de tambalearse y que la cogiera. Días como hoy, merece que el día que el día sea laboral sea un desastre.