El incendio

Hola,

Ya estoy mucho mejor de lo de mi barriga, pero este día que me pasé en el sofá, con dolores y corriendo lavabo, que era festivo, ¿no me lo tendrían que convalidar por otro? Yo he perdido un día de fiesta. Dudo que el gobierno acepte una propuesta así, por eso os explicaré el suceso del incendio.
Eran cerca de la una de la madrugada y yo andaba medio dormido medio despierto con idas y venidas al lavabo. Cuando de repente oí como un par de petardos. Lo recuerdo porque pensé - ¿Quien cojones se dedica a tirar petardos a estas horas? y espero que no quieran tirar muchos mas. Pero justo después de esos pum, pum, se oyó una voz gritar - ¡¡Señor que se le está quemando la casa!! Me levanté, dí la vuelta a la cama, aparté el estore, levante la persiana y vi allí abajo en la calle una pareja de mossos y otra de la guardia urbana, mirando hacía algo que resplandecía a mi derecha. Abrí la ventana, saqué la cabeza, y a unos veinte pasos de mi casa tres de los cinco contenedores de basura que allí están, estaban ardiendo. Una inmensa llamarada que llegaba hasta el primer piso, y una columna de humo negro que se elevaba hasta las estrellas. Mientras cerca de mi ventana caían trocitos, como de papeles quedamos, que no era otra cosa que la basura quemada cayendo. Si los mossos y la urbana ya estaban allí es que aquello llevaba un rato quemando, y los bomberos no tardaron en llegar. Estuvieron un buen rato para apagarlo y otro buen rato remojando.
Pero como en todos estos casos lo curioso pasa alrededor. De todos los edificios en sus ventanas y balcones alguien asomaba la cabeza. Del mio solo yo. Ya os he contado alguna vez que en mi escalera nos reunimos los mas ilustres tontos cada uno de su pueblo. Así que de él solo salieron tres indiviuos, bolsa de basura en mano. Como ya os estáis imaginando, después de ver aquella inmensa llamarada miraron como tirar la basura. En la mirada de uno de los urbanos vi como pensaba lo mismo que yo, como se os ocurra tirar la basura os pego un porrazo. Mientras esto pasaba una chica que no llega a la mayoría de edad hizo lo que yo habría echo de no tener fiebre. La chiquilla de esas típicas que le da vergüenza ir a la playa, no tubo reparo en bajar con su pijama y zapatillas, armada con su cara de fotos. No voy a hacer hincapié de la mucha presión que aguantaban las costuras del pijama, pero si en como la chiquilla cual reportera pizpireta y atrevida, se fue colocando entre mossos, urbana y bomberos para sacar las mejores instantáneas del evento. Cada vez estamos más insensibilizados ante todo.

Comentarios

  1. NO ME CREO QUE TU VECINO BAJASE CON LA INTENCIÓN DE TIRAR LA BASURA.... jajajjajajjaja. Si es que en el mundo tiene que haber de tó :P

    Besitos

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