Declaraciones oficiales

Sí, sí, se lo que van diciendo las nuevas generaciones por ahí, que fue ella la que me salvó a mi. Solo puedo decir que es falso. No digo que la chavala no tenga valor, que lo tiene. Siendo princesa y pudiendo por ello librarse del sorteo para que el dragón se la zampara, ella se presento y encima ganó, bueno perdió... que le tocó en suerte ser la primera en ser devorada por el dragón.
Yo cuando llegué la habían dejado atada a una estaca con una cadena, ten súbditos para esto, y el dragón se le acercaba, pero ella con la mano libre le lanzaba piedras y lo insultaba. Y entonces fui yo, no ella, que quede claro, fui yo quien con mi corcel blanco quien entablo batalla contra el bicho y este no fue de los fáciles. Era dragón viejo y seguro ya se había batido con mas de un caballero, las heridas de su costado daban fe y la cicatriz cerca del ojo izquierdo indicaba que alguno le ando cerca, pero salió victorioso. Se movía rápido, golpeaba fuerte con su cola y no escupía saliva precisamente desde el interior de sus fauces.
No me da vergüenza reconocer que tuve un poco de suerte, pero fue una gran victoria y habría sido otro dragón mas muerto, de los cientos que llevo matados, pero al llegar al pueblo con la princesa sana y salva y tirando del dragón muerto, cuando resulta que el bicharraco empieza a desaparecer y de la sangre que brotaba de su cuerpo empezaron a salir rosas. ¿Sabe lo que cuesta sacarse tanta rosa de la armadura? De cada salpicadura suya en mi yelmo broto una rosa roja.
Eso es lo que ocurrió. Tal cual lo cuento. Yo estaba allí, todos estos que hablan y hablan de quien salvo a quien, nos le ví mientras me batía con la bestia.

-Declaración oficial de lo ocurrido según Sant Jordi

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