La segunda casa
Hola,
Hoy os iba a hablar de que podéis encontrar en el salón del cómic de Barcelona que se celebra estos días, pero ya lo haré mañana y complaceré a Guido hablando de nuestra segunda casa, la oficina. Bueno, puede ser la oficina o cualquier otro centro de trabajo, pero yo estoy hecho a oficinas, así que es lo que mas entiendo. Aunque Guido al final ha acabado dudando que sea la segunda casa y no la primera.
Al menos cuando yo era mas joven te decían, vas a trabajar ocho horas y ya está. Pero es mentira. Duermes relativamente poco, porque te fuiste a dormir tarde, queriendo hacer aquello que no has podido hacer porque trabajabas. Madrugas y te vas a trabajar. En el viaje de ida y vuelta ya pierdes una hora o dos. Las ocho horas del trabajo, son nueve o diez, con la parada a comer y el rato que acabas trabajando de más. Vosotros no se, con estas cuentas yo acabo pasando pocas horas en casa y la mayoría durmiendo. O como mi vecinita, haciendo ejercicio.
Así que de pequeñito te engañan Te pasas media vida en el trabajo, así que mejor estar bien en él. Entiendo a los que dicen aquello de "No he venido aquí a hacer amigos", muchas veces uno ha de ponerse la armadura y ha de lidiar con dragones, pero al final aquellos que ves todos los días acaban siendo algo así como de la familia. Trabajas con ellos, comes con ellos, te vas de copas con ellos, hasta en algunos casos tu trabajo depende de ellos,... Hay quien acaba encontrando ahí la familia, aunque no suele ser lo mas recomendable... es como el casino, apuestas y la mayoría de veces pierdes. Incluso como con la familia, con alguno te peleas, o le llegas a odiar. Quizá en vuestros caso sea diferente, pero yo solo he de mirar mi muro de facebook, para ver todos los lugares donde he trabajado. Tal vez tengo suerte y en otros lugares y trabajos es diferente, pero esta semana salía una lista donde decía que el mejor trabajo del mundo ahora mismo es el de programador. Cuando lo puse en twitter, Esther que trabaja conmigo respondió que era porque tengo a los mejores compañeros del mundo. Seguramente.
Hoy os iba a hablar de que podéis encontrar en el salón del cómic de Barcelona que se celebra estos días, pero ya lo haré mañana y complaceré a Guido hablando de nuestra segunda casa, la oficina. Bueno, puede ser la oficina o cualquier otro centro de trabajo, pero yo estoy hecho a oficinas, así que es lo que mas entiendo. Aunque Guido al final ha acabado dudando que sea la segunda casa y no la primera.
Al menos cuando yo era mas joven te decían, vas a trabajar ocho horas y ya está. Pero es mentira. Duermes relativamente poco, porque te fuiste a dormir tarde, queriendo hacer aquello que no has podido hacer porque trabajabas. Madrugas y te vas a trabajar. En el viaje de ida y vuelta ya pierdes una hora o dos. Las ocho horas del trabajo, son nueve o diez, con la parada a comer y el rato que acabas trabajando de más. Vosotros no se, con estas cuentas yo acabo pasando pocas horas en casa y la mayoría durmiendo. O como mi vecinita, haciendo ejercicio.
Así que de pequeñito te engañan Te pasas media vida en el trabajo, así que mejor estar bien en él. Entiendo a los que dicen aquello de "No he venido aquí a hacer amigos", muchas veces uno ha de ponerse la armadura y ha de lidiar con dragones, pero al final aquellos que ves todos los días acaban siendo algo así como de la familia. Trabajas con ellos, comes con ellos, te vas de copas con ellos, hasta en algunos casos tu trabajo depende de ellos,... Hay quien acaba encontrando ahí la familia, aunque no suele ser lo mas recomendable... es como el casino, apuestas y la mayoría de veces pierdes. Incluso como con la familia, con alguno te peleas, o le llegas a odiar. Quizá en vuestros caso sea diferente, pero yo solo he de mirar mi muro de facebook, para ver todos los lugares donde he trabajado. Tal vez tengo suerte y en otros lugares y trabajos es diferente, pero esta semana salía una lista donde decía que el mejor trabajo del mundo ahora mismo es el de programador. Cuando lo puse en twitter, Esther que trabaja conmigo respondió que era porque tengo a los mejores compañeros del mundo. Seguramente.
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