La foto que no pude poner
Hola,
Hoy simplemente iba a poner una foto, pero no he podido. La foto en cuestión salimos tres personas, dos de las personas mas importantes de mi vida y yo. A un lado estoy yo, debía de rondar los ocho años, y en el lado contrario una niña que parece una fotocopia de la Leyre actual, con la misma edad que tiene ahora ella pero con el pelo mucho mas largo, mi hermana. Los dos vestimos una camiseta idéntica de unos dibujos animados llamados Belfy y Lillibith, creo que nunca mas hemos vuelto a vestir igual.
En medio de los dos rodeándonos con sus brazos y sentado para estar a nuestra altura, en una vieja silla azul y naranja, estilo años setenta, esta nuestro abuelo. Con esa pose tan de principios del siglo XX, con el pantalón de algún traje, chaleco, camisa y corbata. Así que hacía frío, si llevaba corbata hacía frío.
La razón de colocar esa foto era dejar un mensaje solo para mi, para que en el futuro poder recordar que tal día como hoy fui a verle, pero no añadir nada mas, un mensaje de mi yo del pasado para mi yo del futuro. Si hago cuentas ya hace veintiún años que se fue, pero sigue haciéndoseme un nudo en el alma verle en fotos o ir a visitarle. Nudo que lo para todo, lo llena todo de recuerdos y me paraliza en un suspiro que dura una eternidad.
Se que una vez mi yo del pasado colocó una vez una foto suya, que quedará para los arqueólogos de esto de internet y para mi, pero hoy no se repetirá, porque sigo con ese nudo mirando la foto. La miro como se mira la foto de alguien que esta lejos, aunque se que no volverá.
Así que os quedáis sin foto, pero el mensaje es el mismo para mi yo del futuro: Hoy has ido a visitarle y al igual que hace veintiún sigues queriéndole. En serio, alguien debería de mirarse estas cosas del corazón porque no están bien estudiadas, es imposible que solo sea un músculo que bombea sangre.
Hoy simplemente iba a poner una foto, pero no he podido. La foto en cuestión salimos tres personas, dos de las personas mas importantes de mi vida y yo. A un lado estoy yo, debía de rondar los ocho años, y en el lado contrario una niña que parece una fotocopia de la Leyre actual, con la misma edad que tiene ahora ella pero con el pelo mucho mas largo, mi hermana. Los dos vestimos una camiseta idéntica de unos dibujos animados llamados Belfy y Lillibith, creo que nunca mas hemos vuelto a vestir igual.
En medio de los dos rodeándonos con sus brazos y sentado para estar a nuestra altura, en una vieja silla azul y naranja, estilo años setenta, esta nuestro abuelo. Con esa pose tan de principios del siglo XX, con el pantalón de algún traje, chaleco, camisa y corbata. Así que hacía frío, si llevaba corbata hacía frío.
La razón de colocar esa foto era dejar un mensaje solo para mi, para que en el futuro poder recordar que tal día como hoy fui a verle, pero no añadir nada mas, un mensaje de mi yo del pasado para mi yo del futuro. Si hago cuentas ya hace veintiún años que se fue, pero sigue haciéndoseme un nudo en el alma verle en fotos o ir a visitarle. Nudo que lo para todo, lo llena todo de recuerdos y me paraliza en un suspiro que dura una eternidad.
Se que una vez mi yo del pasado colocó una vez una foto suya, que quedará para los arqueólogos de esto de internet y para mi, pero hoy no se repetirá, porque sigo con ese nudo mirando la foto. La miro como se mira la foto de alguien que esta lejos, aunque se que no volverá.
Así que os quedáis sin foto, pero el mensaje es el mismo para mi yo del futuro: Hoy has ido a visitarle y al igual que hace veintiún sigues queriéndole. En serio, alguien debería de mirarse estas cosas del corazón porque no están bien estudiadas, es imposible que solo sea un músculo que bombea sangre.
Comentarios
Publicar un comentario