Generación irrepetible
Hola,
Ya han pasado un par de días, y yo era de los que pensaba que no íbamos a pasar de fase, que remontar un dos a cero, en la vuelta de un partido a doble eliminatoria, es imposible. De hecho lo sigo pensando, pero esta generación de jugadores que se han reunido hacen cosas para contar a tus nietos.
A ellos les explicaré que era una misión imposible. Que solo empezar Messi enchufó un gol imposible, rodeado de seis contrarios, sin espacios y por toda la escuadra. Que casi nos empatan pero el palo lo evitó y acto seguido, Iniesta y compañía montan una contra que acaba con otro golazo del gran Messi. La cosa iba encarrilada en la segunda parte, cuando Villa uno de los mejores delanteros españoles de todos los tiempos hizo lo que sabe. Tocó un solo balón, se creó un espacio con el solo movimiento de su cuerpo y metió otro golazo de rosca y al palo largo. Los italianos apretaron sabiendo que un solo gol les daba el pase, pero a la contra, un tipo de Hospitalet de nombre Jordi, corrió como nunca para meter el cuarto. Que aquella era una generación es irrepetible.
Ellos me dirán que son historias de viejo, que el Barça que juegue entonces es mejor, pero ellos no habrán vivido una noche como la que yo pasé viéndolos jugar.
Ya han pasado un par de días, y yo era de los que pensaba que no íbamos a pasar de fase, que remontar un dos a cero, en la vuelta de un partido a doble eliminatoria, es imposible. De hecho lo sigo pensando, pero esta generación de jugadores que se han reunido hacen cosas para contar a tus nietos.
A ellos les explicaré que era una misión imposible. Que solo empezar Messi enchufó un gol imposible, rodeado de seis contrarios, sin espacios y por toda la escuadra. Que casi nos empatan pero el palo lo evitó y acto seguido, Iniesta y compañía montan una contra que acaba con otro golazo del gran Messi. La cosa iba encarrilada en la segunda parte, cuando Villa uno de los mejores delanteros españoles de todos los tiempos hizo lo que sabe. Tocó un solo balón, se creó un espacio con el solo movimiento de su cuerpo y metió otro golazo de rosca y al palo largo. Los italianos apretaron sabiendo que un solo gol les daba el pase, pero a la contra, un tipo de Hospitalet de nombre Jordi, corrió como nunca para meter el cuarto. Que aquella era una generación es irrepetible.
Ellos me dirán que son historias de viejo, que el Barça que juegue entonces es mejor, pero ellos no habrán vivido una noche como la que yo pasé viéndolos jugar.
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