Hipnotizado por la tormenta
Hola,
He leído mis últimos posts y divago. El otro día Bea divagaba, y yo la seguía, sobre la capacidad de las mujeres de hacer mas de una cosa a la vez y que nosotros solo una. El poder hacer varias cosas al mismo tiempo supone que si algo te preocupa, te preocupa todo el día mientras haces otras cosas.
La otra opción aunque lo parezca no es mejor. O haces algo o te preocupas, nunca las dos cosas al mismo tiempo. La idea sería hacer algo y así no preocuparte, pero suele ser la preocupación la que gana la batalla y al final te quedas inmóvil, preocupado y no haces nada.
Imaginaos que vamos en un barco hacia una tormenta. No hay posibilidad de esquivarla, si o si, nuestro barquito se meterá en ella. Tranquilos, seguramente saldremos de ella, al menos casi todos, ya que el capitán es bueno y hecho a estas lides, aunque el barco tendrá agujeros, las velas estarán rasgadas, alguna tabla habrá saltado. Una vez en medio de la tormenta todos sabremos que hacer, pero antes de la tormenta unos no podremos más que quedarnos inmóviles mirando a los nubarrones que hay delante nuestro y otras atarán cabos, asegurarán trinquetes, recogerán el velamen, mientras miran como se acercan las nubes. Dudo que ninguna de las dos opciones sea mejor que la otra.
Así que la tormenta se avecina y yo no puedo de dejar de mirarla hipnotizado, perdonad que no os ayude a atar cabos.
He leído mis últimos posts y divago. El otro día Bea divagaba, y yo la seguía, sobre la capacidad de las mujeres de hacer mas de una cosa a la vez y que nosotros solo una. El poder hacer varias cosas al mismo tiempo supone que si algo te preocupa, te preocupa todo el día mientras haces otras cosas.
La otra opción aunque lo parezca no es mejor. O haces algo o te preocupas, nunca las dos cosas al mismo tiempo. La idea sería hacer algo y así no preocuparte, pero suele ser la preocupación la que gana la batalla y al final te quedas inmóvil, preocupado y no haces nada.
Imaginaos que vamos en un barco hacia una tormenta. No hay posibilidad de esquivarla, si o si, nuestro barquito se meterá en ella. Tranquilos, seguramente saldremos de ella, al menos casi todos, ya que el capitán es bueno y hecho a estas lides, aunque el barco tendrá agujeros, las velas estarán rasgadas, alguna tabla habrá saltado. Una vez en medio de la tormenta todos sabremos que hacer, pero antes de la tormenta unos no podremos más que quedarnos inmóviles mirando a los nubarrones que hay delante nuestro y otras atarán cabos, asegurarán trinquetes, recogerán el velamen, mientras miran como se acercan las nubes. Dudo que ninguna de las dos opciones sea mejor que la otra.
Así que la tormenta se avecina y yo no puedo de dejar de mirarla hipnotizado, perdonad que no os ayude a atar cabos.
hola jor....mientras miras hipnotizado la tormenta algo se te ocurrira...
ResponderEliminarte me cuidas de las alergias te he estaqdo leyendo desde mi trabaho pero desde alli no puedo dejarte comentarios valla uno a saber...
esperi q estes muy bien puesto que yo no tanto...estoy medio bajoneada...porque mi blog se ha perdido....y perdi tantas cosas en el...
te dejo besines y no me olvido de vos
tu amiga de ultramar..
SAU :=(