Muse day
Hola,
Ayer Bea, yo y 35000 personas mas nos plantamos en el Estadi Olimpic Lluis Companys. Estadio diseñado para albergar pruebas olímpicas de atletismo que esta en lo alto de la montaña de Montjuich. Pero no íbamos a ver deporte, sino un concierto de Muse.
Aparcar el coche fue relativamente fácil. Al llegar nos plantamos en una de las entradas, preguntamos, el primer segurata nos dice que pa' lante, pero al llegar al segundo punto de control nos dicen que no, que teníamos que entrar por la puerta de Maratón. La cola larguísima, tanto que hizo que nos perdiéramos a uno de los dos teloneros, los modales de la organización dignos de garito de mala muerte, pero al final entramos. Tocaron los segundos teloneros y finalmente salieron los chicos de Muse.
Era mi primera experiencia de un concierto de "rock de estadio". Así le llaman a los conciertos, sobretodo de los años 80 del siglo pasado, que se realizaban en grandes estadios deportivos. Pero me cuesta mucho encontrar las palabras para explicaros las sensaciones. Grandioso, sorprendente, inmenso, brutal, explosivo, reivindicativo, alucinante, majestuoso, perfecto, explosivo, emocionante,... era tal la sensación de ....guau.... que experimentas durante dos horas que por muchas palabras que escriba no haréis a la idea. Así que no voy a intentarlo y os dejo con las fotos y videos (próximamente) para que os hagáis una idea, pero ni así, ya que yo los veos y me golpean millones de imágenes, sonidos y sensaciones que vosotros no tendréis. Mi mejor recomendación es que si Muse no cambia radicalmente, si podéis ir a verlos, pagar los euros que os pidan e id, mejor a pie de pista, y será uno de los grandes recuerdos en vuestras vidas.
Ahora el problema es que habiendo visto el mejor y mayor espectáculo de un concierto de rock ¿los demás que vendrán no me parecerán poca cosa?
Ayer Bea, yo y 35000 personas mas nos plantamos en el Estadi Olimpic Lluis Companys. Estadio diseñado para albergar pruebas olímpicas de atletismo que esta en lo alto de la montaña de Montjuich. Pero no íbamos a ver deporte, sino un concierto de Muse.
Aparcar el coche fue relativamente fácil. Al llegar nos plantamos en una de las entradas, preguntamos, el primer segurata nos dice que pa' lante, pero al llegar al segundo punto de control nos dicen que no, que teníamos que entrar por la puerta de Maratón. La cola larguísima, tanto que hizo que nos perdiéramos a uno de los dos teloneros, los modales de la organización dignos de garito de mala muerte, pero al final entramos. Tocaron los segundos teloneros y finalmente salieron los chicos de Muse.
Era mi primera experiencia de un concierto de "rock de estadio". Así le llaman a los conciertos, sobretodo de los años 80 del siglo pasado, que se realizaban en grandes estadios deportivos. Pero me cuesta mucho encontrar las palabras para explicaros las sensaciones. Grandioso, sorprendente, inmenso, brutal, explosivo, reivindicativo, alucinante, majestuoso, perfecto, explosivo, emocionante,... era tal la sensación de ....guau.... que experimentas durante dos horas que por muchas palabras que escriba no haréis a la idea. Así que no voy a intentarlo y os dejo con las fotos y videos (próximamente) para que os hagáis una idea, pero ni así, ya que yo los veos y me golpean millones de imágenes, sonidos y sensaciones que vosotros no tendréis. Mi mejor recomendación es que si Muse no cambia radicalmente, si podéis ir a verlos, pagar los euros que os pidan e id, mejor a pie de pista, y será uno de los grandes recuerdos en vuestras vidas.
Ahora el problema es que habiendo visto el mejor y mayor espectáculo de un concierto de rock ¿los demás que vendrán no me parecerán poca cosa?
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