Duda vital
Hola,
A veces hay que elegir y las dos opciones son malas, pero a veces hay que elegir entre la buena y la mejor.
Este fin de semana me fui a ver una cabalgata navideña con mis sobrinas, hermana y cuñado. Durante el camino Leyre se fue encontrando a muchas de sus amigas del cole. La espera, la cabalgata llega y empieza a pasar, Leyre, sus padres y amigas en primera fila viendo las carrozas pasar con la ilusión de una panda de niñas de cuatro años. Detrás, yo vigilando a Míriam, que cansada de la espera había decidido que era momento de dormir, y ni bombos, trompetas ni "mayoretes" le hacían inmutarse.
Entre ojeada y ojeada de mi pequeña sobrina sacaba el móvil he intentaba sacar alguna buena foto y pensar un buen pie de foto para compartir en internet. Sabía que se acercaba la carroza con el gordo del traje rojo, se me había ocurrido una buena frase y esperaba que estuviera a tiro de cámara. Miro a mi sobri, y allí habían esos dos grandes ojazos marrones mirándome. ¿Qué hago?¿Saco la foto y la saco del carro?¿o la saco del carro y le enseño la carroza?.
Me guardé el móvil en el bolsillo y la saqué del cochecito. La cogí en brazos y le enseñé la carroza de Papa Noel. Toda luces y un tipo de rojo y larga barba blanca subido en ella, y Míriam sin parpadear fija en ella. Ver la cara de mi sobri en ese instante vale mas que un millón de fotos genialmente hechas con textos ocurrentes. El tiempo quizá hace que me olvide de ese momento, pero en alguna parte de mis neuronas se quedará marcado a fuego que a esta pequeña que tanto quiero la vi alucinar con las luces de navidad.
A veces hay que elegir y las dos opciones son malas, pero a veces hay que elegir entre la buena y la mejor.
Este fin de semana me fui a ver una cabalgata navideña con mis sobrinas, hermana y cuñado. Durante el camino Leyre se fue encontrando a muchas de sus amigas del cole. La espera, la cabalgata llega y empieza a pasar, Leyre, sus padres y amigas en primera fila viendo las carrozas pasar con la ilusión de una panda de niñas de cuatro años. Detrás, yo vigilando a Míriam, que cansada de la espera había decidido que era momento de dormir, y ni bombos, trompetas ni "mayoretes" le hacían inmutarse.
Entre ojeada y ojeada de mi pequeña sobrina sacaba el móvil he intentaba sacar alguna buena foto y pensar un buen pie de foto para compartir en internet. Sabía que se acercaba la carroza con el gordo del traje rojo, se me había ocurrido una buena frase y esperaba que estuviera a tiro de cámara. Miro a mi sobri, y allí habían esos dos grandes ojazos marrones mirándome. ¿Qué hago?¿Saco la foto y la saco del carro?¿o la saco del carro y le enseño la carroza?.
Me guardé el móvil en el bolsillo y la saqué del cochecito. La cogí en brazos y le enseñé la carroza de Papa Noel. Toda luces y un tipo de rojo y larga barba blanca subido en ella, y Míriam sin parpadear fija en ella. Ver la cara de mi sobri en ese instante vale mas que un millón de fotos genialmente hechas con textos ocurrentes. El tiempo quizá hace que me olvide de ese momento, pero en alguna parte de mis neuronas se quedará marcado a fuego que a esta pequeña que tanto quiero la vi alucinar con las luces de navidad.
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