Bosque de bambú
Hola,
"...empecé a entender que cuando alguien busca algo de corazón, con fe, con autenticidad, de verdad, creyendo en lo que hace, la casualidad, lo que llamamos casualidad, lo que Jung diría sincronicidad, unos acontecimientos que se unen y tienen un significado, nos ayudan, nos llevan por la buena senda como decíamos..."
Hoy he estado escuchando a un loco que dice que cree firmemente en la sincronicidad. Carl Gustav Jung lo definia "la simultaneidad de dos sucesos vinculados por el sentido pero de manera acausal". "Así pues, emplearé el concepto general de sincronicidad en el sentido especial de una coincidencia temporal de dos o más sucesos relacionados entre sí de una manera no causal, cuyo contenido significativo sea igual o similar".
Para los mortales no filósofos, que el universo, Dios, o quien sea, te dará aquello que necesitas. Esas casualidades que acaban guiando tu vida. El loco dice que estas cosas pasan, que a él le han pasado, que solo has de estar atento a las señales mientras persigues lo que quieres. Pues mira que me encantan las historias del loco, pero en mi vida no recuerdo esas señales, y no me he topado con sincronicidades, solo alguna casualidad. Todo lo que me pasa es porque lo provoco.
Esto lo aprendí cuando jugaba a baloncesto. Había gente que entraba a canasta, perdía el equilibrio, lanzaba y la bola entraba. En mi caso solo entraban aquellas lanzadas después de mucha mucha mucha práctica. ¿Síncronicidad? Que el día de mi cuarto cumpleaños era lunes y empecé a ir al cole, así supongo que el mundo me decía, lo tuyo es trabajo, trabajo, trabajo. Un día leí una historia de unos sabios orientales que hablaban de un tipo de vida que era como andar constantemente en un bosque de bambú. Un bosque de bambú no te deja dar dos pasos seguidos y admirar el paisaje, si no quieres chocar has de estar constantemente atento. Este parece el camino de mi vida. Quizá el bambú no me deja ver las señales.
No digo que el loco no tenga razón, solo digo que yo no lo veo en mi vida.
"...empecé a entender que cuando alguien busca algo de corazón, con fe, con autenticidad, de verdad, creyendo en lo que hace, la casualidad, lo que llamamos casualidad, lo que Jung diría sincronicidad, unos acontecimientos que se unen y tienen un significado, nos ayudan, nos llevan por la buena senda como decíamos..."
Hoy he estado escuchando a un loco que dice que cree firmemente en la sincronicidad. Carl Gustav Jung lo definia "la simultaneidad de dos sucesos vinculados por el sentido pero de manera acausal". "Así pues, emplearé el concepto general de sincronicidad en el sentido especial de una coincidencia temporal de dos o más sucesos relacionados entre sí de una manera no causal, cuyo contenido significativo sea igual o similar".
Para los mortales no filósofos, que el universo, Dios, o quien sea, te dará aquello que necesitas. Esas casualidades que acaban guiando tu vida. El loco dice que estas cosas pasan, que a él le han pasado, que solo has de estar atento a las señales mientras persigues lo que quieres. Pues mira que me encantan las historias del loco, pero en mi vida no recuerdo esas señales, y no me he topado con sincronicidades, solo alguna casualidad. Todo lo que me pasa es porque lo provoco.
Esto lo aprendí cuando jugaba a baloncesto. Había gente que entraba a canasta, perdía el equilibrio, lanzaba y la bola entraba. En mi caso solo entraban aquellas lanzadas después de mucha mucha mucha práctica. ¿Síncronicidad? Que el día de mi cuarto cumpleaños era lunes y empecé a ir al cole, así supongo que el mundo me decía, lo tuyo es trabajo, trabajo, trabajo. Un día leí una historia de unos sabios orientales que hablaban de un tipo de vida que era como andar constantemente en un bosque de bambú. Un bosque de bambú no te deja dar dos pasos seguidos y admirar el paisaje, si no quieres chocar has de estar constantemente atento. Este parece el camino de mi vida. Quizá el bambú no me deja ver las señales.
No digo que el loco no tenga razón, solo digo que yo no lo veo en mi vida.
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