Pinceles
Hola,
En internet hay gente que se queja de todo. Si hubiera la misma cantidad de gente que se alegrara de cosas, este sería un mundo mejor. Hoy, por aquellas cosas de la vida, he topado con un foro de pintores. Todos daban sus opiniones sobre que pincel era mejor o peor utilizar, y del que todo el mundo renegaba es el que yo utilizo para pintar, así que me he parado a leer.
Se quejan de que da malas pasadas, de como y cuanto gotea la pintura en él. Se quejaban de la calidad de las cerdas, y que el fabricante no da muchas instrucciones de uso. Lo definían como un pincel para aficionados a la pintura. Vamos, lo que soy yo.
Una vez he dejado a un lado la mala baba, y los sapos y culebras que escupían al opinar, me he dado cuenta del fallo de su planteamiento. Que son pintores. Como tales su trabajo es pintar paredes y hacerles algún arreglillo que otro si toca, antes de pintar, o dar mas de una capa. Y que esas paredes, salvo raras excepciones no son suyas.
Si esos pinceles superfantásticos de los que hablan, que ni gotean ni nada, son capaces de hacer que pintes mas rápido o que el dueño de la pared quede mas satisfecho, bien. Si el tener ese súper pincel solo te hace feliz a ti, algo falla. El pincel sirve para pintar, y si pinta cumple su función, y al dueño de la pared, a parte del color y de que le tapes las humedades, poco mas le importa.
Como podéis imaginar no eran pintores ni hablaban de pintura, sino frikis informáticos, dueños de las grandes verdades del universo, y hablaban de lenguajes de programación, pero la conclusión es la misma. Si con las herramientas que utilizas haces lo que se te ha pedido bien, todo lo demás son tonterías.
En internet hay gente que se queja de todo. Si hubiera la misma cantidad de gente que se alegrara de cosas, este sería un mundo mejor. Hoy, por aquellas cosas de la vida, he topado con un foro de pintores. Todos daban sus opiniones sobre que pincel era mejor o peor utilizar, y del que todo el mundo renegaba es el que yo utilizo para pintar, así que me he parado a leer.
Se quejan de que da malas pasadas, de como y cuanto gotea la pintura en él. Se quejaban de la calidad de las cerdas, y que el fabricante no da muchas instrucciones de uso. Lo definían como un pincel para aficionados a la pintura. Vamos, lo que soy yo.
Una vez he dejado a un lado la mala baba, y los sapos y culebras que escupían al opinar, me he dado cuenta del fallo de su planteamiento. Que son pintores. Como tales su trabajo es pintar paredes y hacerles algún arreglillo que otro si toca, antes de pintar, o dar mas de una capa. Y que esas paredes, salvo raras excepciones no son suyas.
Si esos pinceles superfantásticos de los que hablan, que ni gotean ni nada, son capaces de hacer que pintes mas rápido o que el dueño de la pared quede mas satisfecho, bien. Si el tener ese súper pincel solo te hace feliz a ti, algo falla. El pincel sirve para pintar, y si pinta cumple su función, y al dueño de la pared, a parte del color y de que le tapes las humedades, poco mas le importa.
Como podéis imaginar no eran pintores ni hablaban de pintura, sino frikis informáticos, dueños de las grandes verdades del universo, y hablaban de lenguajes de programación, pero la conclusión es la misma. Si con las herramientas que utilizas haces lo que se te ha pedido bien, todo lo demás son tonterías.
Comentarios
Publicar un comentario