Quizá sea yo

Hola,

Lo siento, pero no lo entiendo, debo de ser yo el tipo extraño dentro de este pequeño país. Si hacemos caso a las últimas encuestas, no oficiales, porque no se puede preguntar oficialmente nada en campaña electoral, nos dicen que van a volver a ganar los de siempre, y no lo entiendo.
Quizá sea yo el único que conoce a gente afectada por un ERE, consecuencia de la crisis, ya que los bancos han decidido no prestar mas dinero, ya que se arruinaron con la burbuja del ladrillo que ellos mismos promovieron, y que los hemos tenido que rescatar los mismos que nos ha tocado vivir los EREs, a los que nos han recortado servicios,  a los que nos han subido los impuestos. Quizá sea el único que conoce a gente en el paro, y que no se cree lo de la mejora de la que hablan. Yo creo que mas de cuatro millones de parados, es un grave problema, y que lo que dicen que han reducido, no es tal, sino que es la suma de gente que se ha marchado del país, mas la gente que ya no se apunta al paro, mas aquellos que trabajan una sola hora al mes que ya no los contabilizan. Quizá sea yo el único que piensa que una subida de un par de euros en las pensiones, no es una subida de pensiones, y si encima ese dinero sale del fondo reservado para casos de emergencia, es que la cosa no va bien. Quizá sea yo el único que cree que nos quieren tomar el pelo donando cientos de millones al cambio climático, salido de nuestros bolsillos, sin preguntarnos y por el mismo presidente que hace unos años nos decía que él no creía en el cambio climático, que se lo había dicho su primo. Quizá sea yo el que piensa que el trasvase de agua de un rio a otro, no arregla nada, sino que trasladas los problemas de una región a otra, que lo que hace falta es un plan serio de nuestros cultivos. Quizá sea yo el que piensa que España no es solo un pueblo, que son muchos unidos, y que se les ha de permitir decidir quienes quieren ser. Quizá sea yo quien cree que la Constitución no son las tablas de la verdad inamovible, que la España del siglo XXI, necesita una Constitución del  siglo XXI refrendada por gente libre, no una del final del XX hecha a toda prisa para evitar que el ejercito o los fascistas, volvieran a tomar el poder. Quizá sea yo quien crea que un impuesto que penaliza indirectamente la utilización de energías renovables y no dependiente de las grandes empresas, debería de ser catalogada de delito. Quizá sea yo quien cree que en una plaza de toros se tortura al toro, pero quien quiera ver torturar a un animal que vaya, eso sí, sin el dinero de mis impuestos. No es ningún arte, y mucho menos hay que enseñarlo en un FP al uso. Quizá sea yo pero quiero que a mis sobrinas les enseñen que Franco era un fascistas, que llegó al poder dando un golpe de estado y que sometió a todo un país en una dictadura hasta su muerte. Quizá sea yo quien cree que la mujer tiene todo el derecho a decidir sobre que hacer con su embarazo. Quizá sea yo el único que piensa que un Presidente que se presenta a la reelección y no quiere ir a los debates, nadie debería de votarle. Quizá sea yo que piense que la corrupción de Barcenas, de Rato, de los EREs de Andalucía o del caso Pujol me están costando dinero y que votar a alguien quien niega esto y no plantea soluciones no debería de estar al mando de este país. Quizá sea yo el que piensa que la gente se tenga que hacer autónomo, emprendedores les llaman ahora, porque no hay trabajo a cuenta de otros, no se les ha de poner las mil barreras que impone este país. Quizá sea yo el único que considera que el seguir invirtiendo en empleo en el tercer sector, y por lo tanto temporal, no puede hacer avanzar ningún país. Quizá sea yo el que piense que Europa nos haya dejado dinero que hemos de devolver es un rescate. Quizá sea yo el que cree que nos recorten en servicios, que nos digan que hemos de ahorrar, mientras los sueldos de los ministros se aumentan, siguen viajando en primera clase, siguen cobrando pagas extra, es como poco indecente. Quizá sea yo quien piensa que querer combatir el terrorismo islámico al mismo tiempo que les financiamos comprando su petroleo y vendiéndoles armas, no es de recibo. Quizá sea yo quien piense que lo que hay que hacer es apoyar sin reservas y favorecer las energías renovables, y no a las grandes multinacionales energéticas. Quizá sea yo el único que está convencido que pagar sin mas, a los que provocaron terremotos desde la plataforma Castor, es síntoma de un compadreo entre amiguetes. Y que hay que prohibir el fracking ya. Quizá sea yo quien piensa que no tener ya un plan para la pobreza energética es de una bajeza moral flagrante. Quizá sea yo el que crea que no querer acabar el corredor mediterráneo por motivos políticos mientras seguimos creando nuevas líneas de AVE, todas ellas deficitarias con los números en la mano, es robarnos a todos. Quizá sea yo el único que se lamenta de ver como los mejores científicos y médicos, en temas tan importantes como el cáncer, son españoles, pero ninguno trabaja aquí, porque no se les apoya económicamente, en cambio, para el fútbol si hay dinero. Quizá sea yo quien piensa que los veterinarios, el teatro, el cine, las compresas con y sin alas, no pueden ser considerados productos y servicios de lujo. Quizá sea yo el que piensa que las últimas modificaciones en cuanto a los despidos, solo favorece a los de siempre, y nunca al trabajo estable. Quizá sea yo quien cree que ya, hay que plantear seriamente el tema de las pensiones del futuro, las pensiones de aquí a  diez o veinte años. Quizá sea yo quien piense que no se puede reformar la educación cada vez que cambiamos de gobierno. Quizá sea yo el único que cree que los recortes a la dependencia no deberían de producirse jamás. Quizá sea yo quien piensa que ya que estamos rescatando los bancos, se nos debería de conceder la dación en pago de nuestros pisos, si fuera necesario. Quizá sea yo el único que piensa que esos apartados de la Constitución que hablan del derecho a la vivienda, o a la educación, a cualquier derecho básico deberían de cumplirse sin discusiones y de manera prioritaria. Quizá sea yo quien cree que hay que poner mas medios a la violencia de género, que nadie tenga que vivir con miedo por culpa de esto. Quizá sea yo quien cree que hay que apostar por las ciudades sostenibles y por las smart cities. Quizá sea yo el único que ve que los AVEs van vacíos, los cercanías llegan tarde y mal, que esta harto de los peajes en las autopistas y de carreteras secundarias inseguras. Quizá sea al único al que se le cae la cara de vergüenza al ver que por las peleas de quien la tiene mas grande, se dejen de pagar a proveedores de la administración pública, y así por ejemplo las farmacias se queden vacías. Quizá sea yo el que le da vergüenza que un escolar de Murcia, Valladolid, o Cadiz, sepa hablar inglés perfectamente y desconozcan por completo el gallego, el euskera o el catalán.
Quizá sea yo, pero ¿qué os hace pensar que los que llevan mandando en las últimas tres décadas en este país, y no han cumplido nada de lo que ahora prometen, van a llevarlo a cabo ahora? Quizá sea yo el único cansado de todo esto y que no piensa votar a los de siempre, pero si la mayoría decidís que sí, que queréis los de siempre, a los que no proponen nada, a los que mienten, a los que nos joden, nos coartan, nos prohíben, a los que nos empobrecen,.... pues me aguantaré o me largaré a cualquier otro lugar del mundo mas coherente, pero entonces no es quejéis cuando os jodan.


Comentario de Arturo Pérez-Reverte, que con variaciones, ha dicho miles de veces:

"España es un país maldito históricamente. En el Concilio de Trento elegimos al dios equivocado: elegimos al dios oscuro y tétrico de la Inquisición, de los hierros y el cerrojo. Tampoco acertamos cuando la Revolución Francesa: a nosotros nos faltó la guillotina. España es un país más reaccionario que revolucionario. Confundimos cabreo con revolución. Odiamos más que amamos. Votamos más a la contra que a favor. En España nos gobiernan los mismos desde hace mucho tiempo. Durante siglos, el clero y la aristocracia nos estranguló, y ahora los políticos han tomado su lugar. Me decía Juan Marsé 'A mí me han puteado siempre los mismos: con el franquismo, los abuelos, en la democracia, los padres, y ahora, los hijos. No ha cambiado nada'. Son una casta intocable. Parece que se pelean en el Congreso pero cuando llegan al salón del Palace todos son amigos. Lo mismo valen para ser ministros que para ser consejeros de Telefónica o del Santander"

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