Una caja de recuerdos
Hola,
Tengo coche nuevo, pero echo de menos al viejo. No es que no me guste el nuevo, que me encanta, y tiene mil comodidades que el anterior no tenía, pero aquel viejo coche llevaba conmigo mas de dieciséis años. Era mi primer coche. Y en dieciséis años pasan muchas cosas.
Cuando me lo compré, mi hermana y yo vivíamos en casa de nuestros padres. Ella no tenía carnet de conducir, no había conocido a su marido, y por supuesto ni Leyre ni Míriam existían. Mi madre tenía una tienda de estas que llamamos de "Todo a 100". Nunca cesó en su empeño de tener un negocio propio, pero nunca le salió ninguno beneficioso. Mi padre seguía reparando ascensores. Yo acababa de dejar mi primer trabajo de programador, por otro en el mismo sector pero con mas futuro. No fue así. Dieciséis años en los que quizá no tubo demasiado trote, pero eso sí, estuvo en todos los momentos importantes.
Suena a ñoño pero me despedí de él varias veces los días anteriores a dejarlo, y mientras me enseñaban el nuevo, por las grandes cristaleras del concesionario, lo veía aparcado allí en la calle, formal y en su sitio, como siempre. El cambio era necesario, cada vez le fallaban mas cosas, lo cual implicaba mas reparaciones, y por si fuera poco los ayuntamientos de la provincia de Barcelona están por sacar de la carretera a todos los que son como él. De mas de cierta edad y motor diésel. Cuando lo compré nadie creyó que contaminara, ¿qué ha cambiado? Él no. Sí que alguna vez falló, pero nunca me dejó tirado, ni se quejó de todos mis problemas que escuchaba sin decir nada.
Quizá a alguien le parezca ridículo dedicarle un post a un coche, pero si Roger Taylor pudo escribirle una canción a su coche, el tema I'm in love with my car incluido en el disco A night in the opera de 1975 de Queen, ¿por qué yo no le iba a poder dedicar cuatro líneas al que ha sido mi primer coche?.
Tengo coche nuevo, pero echo de menos al viejo. No es que no me guste el nuevo, que me encanta, y tiene mil comodidades que el anterior no tenía, pero aquel viejo coche llevaba conmigo mas de dieciséis años. Era mi primer coche. Y en dieciséis años pasan muchas cosas.
Cuando me lo compré, mi hermana y yo vivíamos en casa de nuestros padres. Ella no tenía carnet de conducir, no había conocido a su marido, y por supuesto ni Leyre ni Míriam existían. Mi madre tenía una tienda de estas que llamamos de "Todo a 100". Nunca cesó en su empeño de tener un negocio propio, pero nunca le salió ninguno beneficioso. Mi padre seguía reparando ascensores. Yo acababa de dejar mi primer trabajo de programador, por otro en el mismo sector pero con mas futuro. No fue así. Dieciséis años en los que quizá no tubo demasiado trote, pero eso sí, estuvo en todos los momentos importantes.
Suena a ñoño pero me despedí de él varias veces los días anteriores a dejarlo, y mientras me enseñaban el nuevo, por las grandes cristaleras del concesionario, lo veía aparcado allí en la calle, formal y en su sitio, como siempre. El cambio era necesario, cada vez le fallaban mas cosas, lo cual implicaba mas reparaciones, y por si fuera poco los ayuntamientos de la provincia de Barcelona están por sacar de la carretera a todos los que son como él. De mas de cierta edad y motor diésel. Cuando lo compré nadie creyó que contaminara, ¿qué ha cambiado? Él no. Sí que alguna vez falló, pero nunca me dejó tirado, ni se quejó de todos mis problemas que escuchaba sin decir nada.
Quizá a alguien le parezca ridículo dedicarle un post a un coche, pero si Roger Taylor pudo escribirle una canción a su coche, el tema I'm in love with my car incluido en el disco A night in the opera de 1975 de Queen, ¿por qué yo no le iba a poder dedicar cuatro líneas al que ha sido mi primer coche?.
Adiós viejo compañero
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