Breve resumen de los últimos tiempos
Hola,
El gran problema de Cataluña son las matemáticas. Cataluña es un pueblo pequeño y diverso que lo forman unos 7,5 millones de personas, que vive en un estado con 38,9 millones personas mas y comparte continente con otros 735 millones de personas. Cualquier intento pacifico y siguiendo las normas establecidas para cambiar cualquier cosa, siempre depende de que la mayoría de los demás estén de acuerdo, pero poco puedes hacer cuando eres tan pequeño que solo eres el 16% o el 1% del total. Si solo una parte de este pequeño pueblo quiere cambiar algo, porque nuestra diversidad hace que no todos pensemos igual, aún lo tiene peor, pero aún así solo puedes intentar negociar y dialogar para conseguirlo.
El problema viene cuando una minoría de representantes del resto del mundo, pero que en número son mas que esta pequeña parte que piensa diferente, no quiere dialogar y además está dispuesta a todo para que nada cambie, mientras el resto mira para otro lado. Dispuesta a todo quiere decir cerrar webs, bloquear el acceso a internet, distorsionar la realidad en la prensa, encarcelar a personas por organizar manifestaciones, golpear a personas por ir a votar, recortar las funciones de unos representantes elegidos democráticamente, enviar a buena parte de las fuerzas del orden del país a la región como amenaza, a tener helicópteros diariamente sobrevolando la población, el cambio de leyes para que las empresas abandonen la región, hablar de adoctrinamiento de los niños, amenazando con relatos de crisis, aislamiento y ruina, incluso la estupidez del intento de controlar los medios de comunicación discordantes con la voz oficial en tiempos de internet.
Mientras todo esto sucede los que aquí vivimos solo podemos mirar, quejarnos, manifestarnos, pero las decisiones las toman otros que en su día elegimos. Votándolos o no haciendo lo suficiente para que ganara otra opción. Así vemos y nos quejamos de que quieren imponernos unas normas por la fuerza, alzándose en nombre de la legalidad. Quizá lo consigan, quizá impongan el orden constitucional, durante un día, una semana, un año, una década,.... pero han creado toda una generación de catalanes, a los que o nos borran la memoria, o "su problema" persistirá e incrementará ahí durante generaciones. Nadie que viva hoy en Cataluña olvidará esa minoría, que mientras partía la policía hacía Cataluña, les jaleaban como si partieran hacía la guerra. Tampoco olvidará a policía golpeando a ciudadanos, forzando puertas, reventando cristales, montando redadas y registros para hacerse con urnas y papeletas de votos. No se olvidará que hemos sido acusados de terroristas por echarnos a la calle a protestar. Nadie olvidará que hemos de convivir con parte de nuestro pueblo que cuando no le gusta lo que decimos nos quiere sumimos y callados, y que del resto nadie dará la cara por defender nuestro derecho a pensar diferente. Nadie olvidará la desconfianza que nos han creado sobre aquellos que nos han de defender. Nadie olvidará el odio que nos han llegado a demostrar gente que no ha pisado nunca esta tierra, ni ha hecho el mínimo intento de tratar con nosotros.
En las próximas horas y días se decidirán muchas cosas, se harán muchas otras, pero lo que no conseguirán es que los catalanes siempre tengamos una visión del mundo diferente al resto. Que afrontemos la realidad y los problemas a nuestra manera. Que estemos orgullosos de quienes hemos sido, quienes somo y de quienes podemos ser. Seguiremos siendo ese pueblo cuya gran día, celebra una gran derrota. Seguiremos siendo ese pueblo que piensa que "las cosas mal hechas no tienen futuro, las cosas bien hechas no tienen fronteras".
Este solo es un breve resumen de los últimos tiempos, pero esto no se para.
El gran problema de Cataluña son las matemáticas. Cataluña es un pueblo pequeño y diverso que lo forman unos 7,5 millones de personas, que vive en un estado con 38,9 millones personas mas y comparte continente con otros 735 millones de personas. Cualquier intento pacifico y siguiendo las normas establecidas para cambiar cualquier cosa, siempre depende de que la mayoría de los demás estén de acuerdo, pero poco puedes hacer cuando eres tan pequeño que solo eres el 16% o el 1% del total. Si solo una parte de este pequeño pueblo quiere cambiar algo, porque nuestra diversidad hace que no todos pensemos igual, aún lo tiene peor, pero aún así solo puedes intentar negociar y dialogar para conseguirlo.
El problema viene cuando una minoría de representantes del resto del mundo, pero que en número son mas que esta pequeña parte que piensa diferente, no quiere dialogar y además está dispuesta a todo para que nada cambie, mientras el resto mira para otro lado. Dispuesta a todo quiere decir cerrar webs, bloquear el acceso a internet, distorsionar la realidad en la prensa, encarcelar a personas por organizar manifestaciones, golpear a personas por ir a votar, recortar las funciones de unos representantes elegidos democráticamente, enviar a buena parte de las fuerzas del orden del país a la región como amenaza, a tener helicópteros diariamente sobrevolando la población, el cambio de leyes para que las empresas abandonen la región, hablar de adoctrinamiento de los niños, amenazando con relatos de crisis, aislamiento y ruina, incluso la estupidez del intento de controlar los medios de comunicación discordantes con la voz oficial en tiempos de internet.
Mientras todo esto sucede los que aquí vivimos solo podemos mirar, quejarnos, manifestarnos, pero las decisiones las toman otros que en su día elegimos. Votándolos o no haciendo lo suficiente para que ganara otra opción. Así vemos y nos quejamos de que quieren imponernos unas normas por la fuerza, alzándose en nombre de la legalidad. Quizá lo consigan, quizá impongan el orden constitucional, durante un día, una semana, un año, una década,.... pero han creado toda una generación de catalanes, a los que o nos borran la memoria, o "su problema" persistirá e incrementará ahí durante generaciones. Nadie que viva hoy en Cataluña olvidará esa minoría, que mientras partía la policía hacía Cataluña, les jaleaban como si partieran hacía la guerra. Tampoco olvidará a policía golpeando a ciudadanos, forzando puertas, reventando cristales, montando redadas y registros para hacerse con urnas y papeletas de votos. No se olvidará que hemos sido acusados de terroristas por echarnos a la calle a protestar. Nadie olvidará que hemos de convivir con parte de nuestro pueblo que cuando no le gusta lo que decimos nos quiere sumimos y callados, y que del resto nadie dará la cara por defender nuestro derecho a pensar diferente. Nadie olvidará la desconfianza que nos han creado sobre aquellos que nos han de defender. Nadie olvidará el odio que nos han llegado a demostrar gente que no ha pisado nunca esta tierra, ni ha hecho el mínimo intento de tratar con nosotros.
En las próximas horas y días se decidirán muchas cosas, se harán muchas otras, pero lo que no conseguirán es que los catalanes siempre tengamos una visión del mundo diferente al resto. Que afrontemos la realidad y los problemas a nuestra manera. Que estemos orgullosos de quienes hemos sido, quienes somo y de quienes podemos ser. Seguiremos siendo ese pueblo cuya gran día, celebra una gran derrota. Seguiremos siendo ese pueblo que piensa que "las cosas mal hechas no tienen futuro, las cosas bien hechas no tienen fronteras".
Este solo es un breve resumen de los últimos tiempos, pero esto no se para.
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