Diciéndole cosas la Sol
Hola,
Lo he contado en otras ocasiones. Volvía una noche tranquila de 1998, sábado creo, caminando por las calles desiertas de Hospitalet. Como siempre mi walkman (luego mp3, móvil,...) sonando a todo volumen y yo con mis cascos. Por alguna razón que no recuerdo no llevaba la cinta de casete sino que tenía puesta la radio. Los que lo hayáis vivido sabéis que de vez en cuando la emisora se pillaban con una perfección casi mágica. En ese momento sonó la voz perfecta de Amaia esperando el 28, y desde entonces no puedo dejar de escucharles.
La oreja de Van Gogh, en aquel momento, era una banda donostiarra que acababa de ganar un concurso de talentos, con temas como Aquella ingrata, El árbol,..., que luego re-editarían en su álbum Mas guapa (2006). Así que gracias a ese premio Haritz, Pablo, Álvaro, Xabi y Amaia habían podido grabar un disco. Para ello contaron con la ayuda de Txetxo Bengoetxea, ex- 21 Japonesas, y de Mikel Erentxun, ex- Ducan Dhu. Al disco le llamaron Dile al Sol y ya tiene todos los tics de la banda y sus primeros grandes himnos que todos sus fans cantan a grito pelado en sus conciertos.
El disco empieza con El 28. El 28 hace referencia a la línea de autobús de San Sebastían que ellos solían tomar con frecuencia. Una canción de un amor perdido, y primer himno de la banda. Firmada por todos, y donde dejan claro el sonido pop que querían poner a todas sus canciones, y sobretodo hasta donde podía llegar la voz de Amaia si se lo proponía. A este le sigue un segundo himno, Cuéntame al oído, que salió cuando todo el mundo ya conocía a la banda y todos empezaban a hablar de ellos. Canción pop sin complejos, escrita por Pablo y Xabi, que puede tratar de todo o de nada, con toques de sueño mágico, con el estribillo "...el cielo acostado detuvo el tiempo en el beso..." que todo fan se conoce al dedillo. La tercera canción es Pesadilla, escrita por Pablo, de ahí que se note un sonido mas guitarrera con una letra un poco mas oscura, sin dejar de ser pop, con los coros de Mikel Erentxun. Himno para los mas fans, que salió como tercer single y que no podía faltar nunca en los primeros conciertos de la banda, con el subidón de la voz de Amaia con el "...despiértate, olvídalo, aquello nunca sucedió,....". La estrella y la luna, es un tema de Xabi, a ritmo de rock con toque de reaggea, que los fans también se saben de memoria y fue el último single que sacó la banda de este disco, ya en el año 2000, casi dos años después de aparecer el disco y con el nuevo disco a punto de salir. De nuevo las guitarras suenan con fuerza, con la voz de Amaia pasando de la calma reaggea al rock mas potente explicando un cuento de como "...de envidia la Luna llorar mirar como a la estrella la querían mas... " Viejo cuento la firman todos, y es de aquellas canciones que acaban perdiéndose en las discografías con el paso del tiempo. Una canción oscura sobre la historia de un cuento y un desamor. Dos cristales, al igual que la anterior también es de las que se pierden, pura filosofía escrita por todos donde nos explican que en esta vida siempre hay dos maneras de ver la vida. Una de mis canciones favoritas de la banda.
La mitad del disco llega con otra de las que no pasó por ser un single y se quedan escondidas, pero empezar una canción con "... te asesino con un beso..." no debió parecerles muy comercial a los productores. El tema se llama Lloran piedras, de nuevo firmada por todos, y que ya refleja las letras llenas de fantasía que marcarán muchas de sus canciones en el futuro como "... el amanecer sentado en mis rodillas se come una naranja...." pero aquí con un sonido un poco mas oscuro. Que puedo pedir fue el sexto single, escrita por Rafael Berrio y la banda, de nuevo con esos toque de reaggea, o sonidos caribeños, combinados con ataques de rock. Sin duda otros de los himnos de la banda en concierto, donde todo el mundo sabe que "... te falta un shu shu, un que se yo,..." La canción que dio nombre al disco, Dile al sol, salió como quinto single, escrita por Xabi y Pablo, y también es de aquellas que el tiempo ha dejado en el cajón. Una canción que cuenta una épica historia de amor con sonidos muy pop donde Amaia se podía lucir en las partes mas agudas. El libro ha seguido el mismo camino que la anterior. Séptimo single, escrita por Xabi y Pablo, que ha acabado quedándose en el cajón y que en conciertos servia de nuevo para que Amaia sacara a relucir lo mejor de su voz. La carta, de nuevo escrita por toda la banda, fue otro de los pocos temas que no tuvo single lo cual no quitó que fuera uno de los primeros himnos de la banda. Un sonido y una letra de las mas oscuras del disco, de una carta de una despedida, seguramente un suicida, hacía el amor de su vida. "...la oscuridad me inunda mis fuerzas se pierden, sin nada mas que decirte, me despido para siempre...." El disco acaba con una de las canciones de mas luz y mas positivas de la banda de toda su discografía, Soñaré. Un himno con los que la banda despedía los conciertos, Amaia hacía sus mejores gorgoritos, que tiene el compendio de todo el disco. Pop, con combinación de lento fuerte en las canciones, con un poco de sonido reaggea y rock, con letras totalmente mágicas. Este fue el segundo single y el punto a partir del cual todo el mundo ya hablaban de ellos. Aquí la letra es de Amaia mientras la música es de la banda, esta dualidad de combinar temas escritos por Amaia y la banda, sobretodo Pablo y Xabi, se mantendría hasta que ella dejara la banda, y fue uno de los sellos de identidad de la banda durante muchos años.
Parece mentira que el próximo mayo este disco vaya a cumplir ya 20 años, y siga manteniendo el mismo sonido fresco de entonces, pero quizá es porque La oreja como banda, siempre han tenido muy clara la idea de lo que deseaban hacer. Y sí, las letras de hace 20 años no pueden tratar de lo mismo que las que escriben ahora, que son padres de familia, tienen mas experiencia, mas vivencias, pero mantienen la misma frescura de unos chavales de San Sebastián que desean pasárselo bien haciendo canciones.
Lo he contado en otras ocasiones. Volvía una noche tranquila de 1998, sábado creo, caminando por las calles desiertas de Hospitalet. Como siempre mi walkman (luego mp3, móvil,...) sonando a todo volumen y yo con mis cascos. Por alguna razón que no recuerdo no llevaba la cinta de casete sino que tenía puesta la radio. Los que lo hayáis vivido sabéis que de vez en cuando la emisora se pillaban con una perfección casi mágica. En ese momento sonó la voz perfecta de Amaia esperando el 28, y desde entonces no puedo dejar de escucharles.
La oreja de Van Gogh, en aquel momento, era una banda donostiarra que acababa de ganar un concurso de talentos, con temas como Aquella ingrata, El árbol,..., que luego re-editarían en su álbum Mas guapa (2006). Así que gracias a ese premio Haritz, Pablo, Álvaro, Xabi y Amaia habían podido grabar un disco. Para ello contaron con la ayuda de Txetxo Bengoetxea, ex- 21 Japonesas, y de Mikel Erentxun, ex- Ducan Dhu. Al disco le llamaron Dile al Sol y ya tiene todos los tics de la banda y sus primeros grandes himnos que todos sus fans cantan a grito pelado en sus conciertos.
El disco empieza con El 28. El 28 hace referencia a la línea de autobús de San Sebastían que ellos solían tomar con frecuencia. Una canción de un amor perdido, y primer himno de la banda. Firmada por todos, y donde dejan claro el sonido pop que querían poner a todas sus canciones, y sobretodo hasta donde podía llegar la voz de Amaia si se lo proponía. A este le sigue un segundo himno, Cuéntame al oído, que salió cuando todo el mundo ya conocía a la banda y todos empezaban a hablar de ellos. Canción pop sin complejos, escrita por Pablo y Xabi, que puede tratar de todo o de nada, con toques de sueño mágico, con el estribillo "...el cielo acostado detuvo el tiempo en el beso..." que todo fan se conoce al dedillo. La tercera canción es Pesadilla, escrita por Pablo, de ahí que se note un sonido mas guitarrera con una letra un poco mas oscura, sin dejar de ser pop, con los coros de Mikel Erentxun. Himno para los mas fans, que salió como tercer single y que no podía faltar nunca en los primeros conciertos de la banda, con el subidón de la voz de Amaia con el "...despiértate, olvídalo, aquello nunca sucedió,....". La estrella y la luna, es un tema de Xabi, a ritmo de rock con toque de reaggea, que los fans también se saben de memoria y fue el último single que sacó la banda de este disco, ya en el año 2000, casi dos años después de aparecer el disco y con el nuevo disco a punto de salir. De nuevo las guitarras suenan con fuerza, con la voz de Amaia pasando de la calma reaggea al rock mas potente explicando un cuento de como "...de envidia la Luna llorar mirar como a la estrella la querían mas... " Viejo cuento la firman todos, y es de aquellas canciones que acaban perdiéndose en las discografías con el paso del tiempo. Una canción oscura sobre la historia de un cuento y un desamor. Dos cristales, al igual que la anterior también es de las que se pierden, pura filosofía escrita por todos donde nos explican que en esta vida siempre hay dos maneras de ver la vida. Una de mis canciones favoritas de la banda.
La mitad del disco llega con otra de las que no pasó por ser un single y se quedan escondidas, pero empezar una canción con "... te asesino con un beso..." no debió parecerles muy comercial a los productores. El tema se llama Lloran piedras, de nuevo firmada por todos, y que ya refleja las letras llenas de fantasía que marcarán muchas de sus canciones en el futuro como "... el amanecer sentado en mis rodillas se come una naranja...." pero aquí con un sonido un poco mas oscuro. Que puedo pedir fue el sexto single, escrita por Rafael Berrio y la banda, de nuevo con esos toque de reaggea, o sonidos caribeños, combinados con ataques de rock. Sin duda otros de los himnos de la banda en concierto, donde todo el mundo sabe que "... te falta un shu shu, un que se yo,..." La canción que dio nombre al disco, Dile al sol, salió como quinto single, escrita por Xabi y Pablo, y también es de aquellas que el tiempo ha dejado en el cajón. Una canción que cuenta una épica historia de amor con sonidos muy pop donde Amaia se podía lucir en las partes mas agudas. El libro ha seguido el mismo camino que la anterior. Séptimo single, escrita por Xabi y Pablo, que ha acabado quedándose en el cajón y que en conciertos servia de nuevo para que Amaia sacara a relucir lo mejor de su voz. La carta, de nuevo escrita por toda la banda, fue otro de los pocos temas que no tuvo single lo cual no quitó que fuera uno de los primeros himnos de la banda. Un sonido y una letra de las mas oscuras del disco, de una carta de una despedida, seguramente un suicida, hacía el amor de su vida. "...la oscuridad me inunda mis fuerzas se pierden, sin nada mas que decirte, me despido para siempre...." El disco acaba con una de las canciones de mas luz y mas positivas de la banda de toda su discografía, Soñaré. Un himno con los que la banda despedía los conciertos, Amaia hacía sus mejores gorgoritos, que tiene el compendio de todo el disco. Pop, con combinación de lento fuerte en las canciones, con un poco de sonido reaggea y rock, con letras totalmente mágicas. Este fue el segundo single y el punto a partir del cual todo el mundo ya hablaban de ellos. Aquí la letra es de Amaia mientras la música es de la banda, esta dualidad de combinar temas escritos por Amaia y la banda, sobretodo Pablo y Xabi, se mantendría hasta que ella dejara la banda, y fue uno de los sellos de identidad de la banda durante muchos años.
Parece mentira que el próximo mayo este disco vaya a cumplir ya 20 años, y siga manteniendo el mismo sonido fresco de entonces, pero quizá es porque La oreja como banda, siempre han tenido muy clara la idea de lo que deseaban hacer. Y sí, las letras de hace 20 años no pueden tratar de lo mismo que las que escriben ahora, que son padres de familia, tienen mas experiencia, mas vivencias, pero mantienen la misma frescura de unos chavales de San Sebastián que desean pasárselo bien haciendo canciones.
La oreja de Van Gogh - Dile al Sol - 1998
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