No necesita explicación

Hola,

Debido a la repentina muerte de Dolores no podía faltar una referencia a uno de los álbumes de The cranberries. De hecho podía haber sido de cualquiera de ellos (menos el de Roses), ya que todos han resonado intensamente en mi cabeza alguna vez en la cabeza. Al contrario de lo que pueda parecer las primeras escuchas los arándanos, eso es lo que significa cranberries, no me gustaron. Recuerdo escuchar los temas Linger de su primer disco, el anterior a este, y luego Zombie que es la insignia de este y no acabar de gustarme. Hasta que un día con mis 20 años me paré a escuchar Zombie mientras sonaba no se donde, y algo hizo clic. A partir de ese momento todo fue ir a la caza de todos los discos de los cuatro cuatro irlandeses: Dolores O'Riordan , los hermanos Hogan Noel y Mike y Fergal Lawler, y de verlos en directo si se podía. La memoria me falla, pero diría que los vi por primera vez en 1998 en un concierto en el Sant Jordi, y por segunda y última vez en el 2012 en el Sant Jordi club. Por el momento siguen estando en el top de mis conciertos en vivo, no por el espectáculo de luces y colores que pudieran ofrecer, que solía ser sobrio, sino por la sensación de carga de energía que transmitían.
Cualquiera que no haya escuchado nunca No need to argue al completo, y que se acerque al disco solo con la referencia de una de los discos que contiene uno de los himnos mas potentes del rock, de una de las bandas europeas mas potentes de las últimas décadas, se puede llevar una gran decepción. Sí el disco contiene Zombie, que con Ridiculous thoughts, son los dos únicos temas que rompen la normalidad de todo el disco, que si te paras a escuchar es triste, oscuro, intimista.... cosas de bussines y el marketing.
Ode to my family, "dud duru du, dud duru du,...", que como dice es todo un canto a la familia, y de paso a las víctimas de la guerra de los Balcanes, es como empieza el disco y que sin una referencia previa es la muestra perfecta de lo que es el resto del disco. Este es uno de mis temas favoritos de la banda, como también lo es la rítmica I can't be with you, donde la voz de Dolores empieza a hacer de las suyas con ese "Put your hands, put your hands. Inside my face and see that it's just you". Twenty one vuelve al ritmo cadencioso a la espera de la descarga de energía que está por llegar. Y entonces todo estalla con la reivindicativa (sobre el conflicto en Irlanda del Norte) Zombie, intentar explicar lo que se siente con ella puesta a todo trapo en tus auriculares, o cantando a voz en grito en medio de un concierto el "in your head, in your head", es imposible. Todo un ejemplo del lento-rápido que tan famoso se hizo en los 90, que tantas veces se hizo sonar en radios y televisiones que distorsiona la percepción del pedazo disco en el que esta incluida. Empty vuelve a la calma y de nuevo a sonidos acústicos mientras Dolores sigue haciendo vibrar su voz. "All my dreams it suddenly seems. It suddenly seems, Empty...". Everything I said aún se vuelve mas minimalística y oscura si es posible, donde la voz de Dolores es casi lo único que importa. En el mismo estilo seguimos con The icicle melts y su "how could you hurt the child", al que le sigue Disappointment. Si en una canción los gorgoritos de Dolores llegan a la máxima expresión es en Ridiculous thoughts, otra de mis canciones favoritas de la banda, "You're gonna have to hold on. But you're gonna have to hold on, hold on, hold on". Un medio tiempo rítmico que acaba arriba gracias a la voz de Dolores. La anterior solo fue un paréntesis y volvemos al mismo ritmo lento y cadencioso de todo el disco con Dreaming my dreams. Un poco de ritmo con Yeats' grave, dedicada al poeta ganador del Nobel W.B. Yeats. El disco se acaba y lo hace primero con Daffodil lament, que como indica el título suena a lamento y a rabia hacía el final. El disco acaba con el tema que da nombre al disco No need to argue, que es la representación perfecta de lo que es el disco. Aquí prácticamente solo oímos la voz de Dolores suavemente acompañada por unas notas y su propia voz de coro.
Sin duda uno de los grandes discos de los 90, demostrando que no toda la rabia y la desafección  de la juventud de la época venia de EE.UU. y el grunge.  Su merecida fama queda distorsionada con un himno como Zombie, pero sin ese tema no deja de ser un disco genial.


The cranberries - No need to argue - 1994

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