Ja n'hi ha prou

Hola,

Masa de fuerza, muchedumbre, destrozadores de vehículos, acosadores, coartadores de libertad, intimidadores, violentos, secuestradores, fanáticos, violentos, criminales, sediciosos, tumulutuarios, terroristas,... son solo algunos de los términos que expresan lo que España piensa de nosotros, los catalanes.
Para mi sigue siendo una clara dirección de las ideas para algún negociado que se me escapa. Estos alguienes deben de ser  gente poderosa, ya que estos adjetivos los podéis leer simplemente leyendo un par de párrafos en los textos que el juez ha escrito para instruir la causa contra los que organizaron todo para poder ir a votar el 1 de Octubre pasado.
Me gustaría creer que no son todos los españoles son manipulados para sentir este odio hacía una parte de la que dicen que también somos su gente, pero lo que es seguro es que muchos lo apoyan con su silencio y otros con su rabia. Y sí, todos los catalanes estamos incluidos en estas consideraciones. Los que se sienten catalanistas como los que no. Los que han nacido aquí, los que se han criado aquí, los que solo están de paso y esta es su casa por un tiempo. Los que creen en una república y los monárquicos convencidos. Los catalanoparlantes y los catellanopartlantes. Por supuesto los altos y los bajitos, los delgados y los gordos, los guapos y los feos. Incluso aquellos que se sienten constitucionalistas, los que dudan y los que se sienten independentistas. Se han hartado a decirnos que esto es una democracia, y que en ella el gobierno es la representación del pueblo, la tuya y la mía, los hayas votado o no. Así que cuando les acusan a ellos nos acusan a todos.
Que nadie me mal interprete, todo es legal. Si un juez dice que una muchedumbre de personas, parada en la calle delante de un edificio, cabreada pacíficamente, para protestar por un registro legal que consideraban abusivo es un secuestro, lo es, pero entonces todos los que esperan la salida de su equipo cuando este pierde, también lo son. Aquel niño que no deja pasar a otro, lo es. Aquellos que se agolpan para ver a su famoso favorito y no le dejan avanzar, lo son. Así podría empezar a daros miles de ejemplos idiotas en los que unas personas enfadadas, o no, no permiten la circulación de las otras. La razón por la que la primera es delito y las otras no, os lo dije al principio la redirección de las ideas.
Ja n'hi ha prou! (¡Ya basta!) es lo que se lleva oyendo estos días después del encarcelamiento de muchos representantes del pueblo. Que sí, que aunque no piensen como tu ni como yo nos representan, y que tanto tú como yo, sabemos que hay legalidad en las acusaciones, pero que no hay justicia.
Los catalanes ya lo tenemos claro, pero por si alguien lo duda, esto acabará en un Kintsugi pero nunca en el mismo viejo plato.

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