El parto la burra

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Casi un parto después volvemos a tener un President con poder efectivo en la Generalitat, así que vamos a hacer un pequeño repaso de como hemos llegado hasta aquí. Todo este nuevo capítulo empieza en Septiembre de 2017. El Govern de la Generalitat, cumpliendo lo que había prometido al ser elegidos, con una ley hecha a medida que rozaba la ilegalidad y ante la repetida negación del Gobierno a dialogar, empieza a preparar un referéndum para preguntar al pueblo de Cataluña si desea convertirse en un nuevo estado independiente en Europa. A estos preparativos el Gobierno respondió enviando a unos 8000 efectivos de las fuerzas del orden, que esperaron anclados en tres barcos en varios puertos de Cataluña para actuar. En paralelo el Gobierno también ordena a las demás fuerzas del orden empezar a ejecutar acciones para detener el referéndum. Algunas de estas acciones llevan a que miles de ciudadanos se manifiesten en las calles, la mas conocida la del 20 de septiembre delante de la Consellería d'Economía. Fue aquella en la que la gente permaneció plantada pacíficamente en la calle delante de la misma, mientras las fuerzas del orden estaban en el interior registrando. Las fuerzas del orden dijeron temer por su integridad si salían, aunque tras muchas horas finalmente salieron, la gente seguía allí y nada sucedió. Aunque el Gobierno considera este como un acto de terrorismo y hay dos personas encarceladas preventivamente por ello.
El día 1 de octubre las mesas electorales están puestas y la gente empieza a votar, así que las fuerzas del orden atracadas en los puertos desembarcan y se dirigen  solo a algunos colegios electorales a retirar las urnas. La gente se planta delante de ellos y estos utilizan toda la violencia para apartarlos del medio y causar todo tipo de destrozos con la premisa de estar buscando urnas y papeletas. Las imágenes de las palizas a ciudadanos dan la vuelta al mundo y a mediodía les ordenan cesar las acciones y volver a sus barcos. Solo va a votar poco mas de dos millones de personas, de los cinco que pueden hacerlo, pero gana el sí a la independencia. El día 3 de octubre se organiza una huelga general en protesta de los hechos sucedidos. Durante unos días vuelven las discusiones políticas y se le une la amenaza del rey a los catalanes retransmitida por la televisión. Así llegamos al 10 de octubre cuando se traslada al Parlament los resultados del referéndum pero se anuncia que pese a la clara victoria no se implementaran los cambios a la espera que el Gobierno se posicione. El 16 de octubre se encarcela a Jordi Sánchez y a Jordi Cuixart por los hechos del 20 de septiembre. A día de hoy aún siguen encarcelados de manera preventiva y sin acusación firme ni juicio. Estas y otras decisiones del Gobierno provocan que el 27 de octubre se declare la independencia, aunque nunca se empezará a implementar, ya que minutos mas tarde el Gobierno anuncia la aplicación del artículo 155 de la Constitución, por la que toma el control de Cataluña, destituye al Govern y convoca elecciones para elegir un nuevo President de la Generalitat el 21 de diciembre. Ese fin de semana se reúnen los miembros del Govern en privado y algunos deciden marcharse a Bélgica. El lunes se insta a presentarse delante de un juez a los máximos dirigentes del Govern, por los posibles delitos de rebelión, sedición y malversación de fondos. El jueves 2 de noviembre Oriol Junqueras, Carme Forcadell, Jordi Turull, Josep Rull, Meritxell Borràs, Carles Mundó, Raül Romeva, Dolors Bassa y Joaquim Forn se presentan en Madrid. Carles Puigdemont, Meritxell Serret, Toni Comín, Lluís Puig y  Clara Ponsatí, que se encuentran en Bélgica, lo hacen en Bruselas. Mientras los que se presentan en Madrid son encarcelados preventivamente, los que se presentan en Bruselas salen libres a la espera de juicio sin la posibilidad de salir de aquel país. A Carme Forcadell, presidenta del Parlament pero no miembro del Govern, se le impone una fianza, que paga y se le permite salir de la cárcel al día siguiente. Días mas tarde la justicia española retiraría la orden contra los que se encontraban fuera de España, con lo que ya podían moverse libremente por el mundo. Se suceden varias manifestaciones multitudinarias, aún vigiladas por los efectivos atracados en los puertos que no se marcharán hasta pasadas las elecciones. El 4 de diciembre se decreta libertad provisional bajo fianza para Jordi Turull, Josep Rull, Meritxell Borràs, Carles Mundó, Raül Romeva y Dolors Bassa.
El 21 de diciembre se celebran las elecciones y algunos de los que están siendo investigados por la justicia, como aún siguen sin estar acusados formalmente de nada, se presentan como candidatos. El partido que obtiene la  mayoría de votos se ve incapaz de llegar a ningún acuerdo para conseguir la mayoría de escaños que necesita para gobernar. Así que los mismos que habían sido destituidos por el artículo 155, se disponen de nuevo a formar gobierno. Días mas tarde las fuerzas del orden atracadas en Cataluña, que le han costado millones a los contribuyentes españoles y que no consiguieron cumplir con su cometido, son devueltos a sus ocupaciones habituales.
El 17 de enero se forma el Parlament. A partir de ese momento se empieza una guerra dialéctica y legal entre independentistas, no independentistas y los jueces, que nos ha llevado hasta hoy. Primero se presentó  a Carles Puigdemont como candidato a ser President. Tras muchas discusiones se decretó que el candidato ha de estar físicamente presente en la sala para se elegido, como se encontraba en Bruselas y no tiene intención de pisar España, pues cree que le encarcelarían preventivamente como a sus otros compañeros, la votación no se lleva a cabo. Pasado un tiempo se propuso a Jordi Sánchez, que aunque encarcelado mantenía todos sus derechos para poder ser elegido, pero el juez no le dejó salir de la cárcel para la votación por lo que se aplicaba la misma premisa que para Puigdemont. Volvieron a pasar los días y se propuso a Jordi Torull, investigado pero en libertad bajo fianza. Pudo realizar el primer intento de investidura, el 22 de marzo, que perdió por pocos votos, pero al día siguiente el juez le convocó junto a los demás que habían salido con él a una nueva vista, y añadió a Marta Rovira en la lista. El juez volvió a poner preventivamente en la cárcel a Jordi Turull, Carme Forcadell, Josep Rull, Meritxell Borràs, Carles Mundó, Raül Romeva y Dolors Bassa. Mientras que Marta Rovira no se presentó y se fugó a Suiza, ya que suponía que también sería encarcelada preventiva e injustamente.
Como los que se encontraban en Bruselas disponían de libertad de movimiento desde la retirada de la orden por parte de la justicia española, Clara Ponsatí se marchó a Escocia a continuar su trabajo de profesora universitaria, mientras Carles Puigdemont viajaba por Europa explicando lo sucedido, mientras los demás seguían instalados en Bélgica. El 26 de marzo la justicia española envió otra orden para todos los que se encontraban en el extranjero, lo cual provocó que a Puigdemont se le detuviera a su paso por Alemania. La justicia alemana, como ya había hecho la belga, le dejó de nuevo en libertad aunque si limitó sus movimientos a Alemania. La justicia belga volvió a repetir, lo que ya había hecho con la anterior orden, y volvió a dejar con libertad sin poder salir de Bélgica a los que allí se encuentran. Y lo mismo la justicia escocesa con Ponsatí.
En el Parlament se aprobó una ley por la que se pueda investir un President aunque este no esté presente en la sala, y se volvió a proponer a Puigdemont. Ley que un par de días mas tarde el Gobierno envió a ser estudiada al Tribunal Constitucional. Toda ley enviada a ese tribunal se suspende hasta que el mismo decida sobre si se ajusta o no a la Constitución, lo cual puede llevar meses. Por lo tanto de nuevo el candidato no podía ser votado, así que finalmente se designó a Quim Torra. Este tras no tener mayoría en la primera votación ha obtenido mayoría simple (mas síes que nos) en la segunda. El rey firmó el decreto y este ha aparecido en el Boletín oficial del estado, por tanto ya tenemos President.
Así que llevamos casi un parto sin que nadie gobierne en Cataluña, ya que el Gobierno solo se hace cargo de las decisiones administrativas, y se olvida de responsabilidades. Tenemos un President que no gusta a nadie, pero de los candidatos presentados es el primero que nadie ha podido impugnar su candidatura de manera sibilinamente legal. Pelea legal que está siendo llevada hasta límites absurdos, retorciendo las leyes al máximo, por todas las partes para conseguir sus objetivos políticos. Seguimos con once personas encarceladas preventivamente, sin acusación formal ni juicio, a los que la justicia desea imponer penas mayores que a cualquier asesino. Hay cuatro personas en Bélgica, una en Escocia y otra en Alemania, que no pueden abandonar dichos países a la espera que la justicia española presente (por segunda vez) alguna prueba de los delitos que les imputa. Un par mas fugadas en Suiza, ya que antes que Marta Rovira, Anna Gabriel (la cual jamás ha formado parte del Govern) también se marchó allí para no tener que atender al juez. Tenemos acusaciones judiciales a ciudadanos de a pie, por las mas inverosímiles razones, que aunque son rápidamente absueltos por la justicia, ya que las acusaciones no se sostienen, pero que son linchados mediáticamente. Se miente constantemente sobre cualquier hecho que sucede en Cataluña en todos los medios. Se insulta, amenaza y calumnia a los catalanes desde los mas diversos altavoces mediáticos y políticos. Intentan vender una separación en el pueblo catalán que no existe, porque para ellos la palabra diversidad no está en su diccionario. Incluso están llegando al extremo de desconfiar de cualquier cosa de color amarillo, y lo mas triste de todo esto, la gente aplaude con fervor. Aunque lo peor son las palabras, esos memes que se incrustan en las cabezas, esas palabras que solo buscan destruir.
Cualquiera diría que quieren podar cualquier flor que sobresalga de las demás en el jardín, pero no me hagáis caso que yo que soy catalán.




Autor: Garzón

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