Un día normal

Hola,

Hoy es el día de la madre, al menos por estos lares, pero yo he visto poco a la mía y me ha parecido normal. Normal porque ayer por la noche, aparecieron de nuevo los dolores, que ya nos parecen normales aunque no lo son. Mi madre montó los bártulos, yo saqué el coche, mientras mi padre ponía los dolores y nos plantamos en urgencias con un diagnóstico que ya sabíamos de antemano.
Las enfermeras y médicos ya nos saludan con un - ya me acuerdo de usted. Leen los informes y buscan, como es normal, a que se deben aquellos síntoma. Ya saben lo que es aunque en secreto esperan que las pruebas den un resultado inesperado. Mientras esto sucede esperas en la sala de espera, conoces los pasillos de urgencias, sabes cual de los módulos es el que te pertoca, como subir o bajar una barandilla de una cama o como desfrenarla, así como sabes si el goteo gotea o si las enfermeras pasan de ti o si van tan a tope que ni te han visto, nada de esto es normal pero lo sabes. Tras la medicación normal y las ordenes normales: no comer, no beber y se queda ingresado mientras se desinflama, llegamos a unos días de estancia hospitalaria que ya se ha convertido en algo normal. Sabes como avisar, y cuando, a las enfermeras, como va la máquina de la televisión, donde están las sillas plegables, las horas de las comidas y el baño o cuando pasarán los médicos. Hablas con los demás pacientes y sus familiares, y te cuentan peligrosas intervenciones y complicadas curas, que tu ya has vivido, como es normal. Sabes cuando abandonar la habitación, cuando dejar hacer a la mujer de la limpieza o si puedes seguir allí ya que solo vienen a tomar la tensión.
Darwin tenía razón, somos la evidencia de su teoría de la evolución de las especies es correcta, somos sin dudas la especie que mejor se adapta. Tanto que al final hacemos de las cosas mas terribles algo normal, el mejor método de supervivencia que existe. La foto no es de esta noche pero podría serlo.