Asomándose al abismo
Hola,
Ayer se celebraron elecciones en Andalucía, región del sur de la Península Ibérica, y como ya viene pasando en todo el mundo ha entrado de la Junta de Andalucía un grupo de extrema derecha.
Las razones las han explicado miles de veces desde el auge de Trump, Le Penn, Bolsonaro o Matteo Salvini, pero sigo sin acabar de entenderlo. Entiendo que haya gente que tiene miedo y se vuelva racista, supremacista para intentar aplacar esa sensación anteponiendo sus perjuicios a la razón, incluso que se organicen y monten un partido político para expandir su miedo. Entiendo que la gente descontenta con el funcionamiento de los partidos y la política actual decida que quiere un cambio, peor lo que ya no puedo concebir es el porque su cambio es apoyar a gente de extrema derecha.
Parece que el día que explicaron en clase como ascendieron al poder los líderes de extrema derecha en el siglo XX no acudieron a clase. Que no han leído ninguno de los libros que lo explican, que no han visto las películas, los documentales,... porque no es explicable que nadie quiera vivir ese horror. Buena parte de la culpa también es de todos los representantes de ideologías contrarias que parece que han decidido no comparecer.
El otro día alguien compartió un recorte de un periódico polaco de finales de los años 30, donde un columnista judío tranquilizaba a los suyos sobre el tal Adolf Hitler que acababa de llegar al gobierno alemán. Les decía a la gente que el mundo no permitiría las atrocidades que ese tipo decía que iba a llevar a cabo. Como ahora sabemos se equivocó y el mundo sigue pagando las consecuencias.
Tal como tenemos organizado ahora el sistema la mejor forma que tenemos los ciudadanos para decidir es votando (aunque nos encarcelen por ello), así que no hacerlo o hacerlo sin pensar nos llevará al abismo.
Ayer se celebraron elecciones en Andalucía, región del sur de la Península Ibérica, y como ya viene pasando en todo el mundo ha entrado de la Junta de Andalucía un grupo de extrema derecha.
Las razones las han explicado miles de veces desde el auge de Trump, Le Penn, Bolsonaro o Matteo Salvini, pero sigo sin acabar de entenderlo. Entiendo que haya gente que tiene miedo y se vuelva racista, supremacista para intentar aplacar esa sensación anteponiendo sus perjuicios a la razón, incluso que se organicen y monten un partido político para expandir su miedo. Entiendo que la gente descontenta con el funcionamiento de los partidos y la política actual decida que quiere un cambio, peor lo que ya no puedo concebir es el porque su cambio es apoyar a gente de extrema derecha.
Parece que el día que explicaron en clase como ascendieron al poder los líderes de extrema derecha en el siglo XX no acudieron a clase. Que no han leído ninguno de los libros que lo explican, que no han visto las películas, los documentales,... porque no es explicable que nadie quiera vivir ese horror. Buena parte de la culpa también es de todos los representantes de ideologías contrarias que parece que han decidido no comparecer.
El otro día alguien compartió un recorte de un periódico polaco de finales de los años 30, donde un columnista judío tranquilizaba a los suyos sobre el tal Adolf Hitler que acababa de llegar al gobierno alemán. Les decía a la gente que el mundo no permitiría las atrocidades que ese tipo decía que iba a llevar a cabo. Como ahora sabemos se equivocó y el mundo sigue pagando las consecuencias.
Tal como tenemos organizado ahora el sistema la mejor forma que tenemos los ciudadanos para decidir es votando (aunque nos encarcelen por ello), así que no hacerlo o hacerlo sin pensar nos llevará al abismo.
Comentarios
Publicar un comentario