Los dioses del motor
Hola,
En estos años que llevo yendo a trabajar en coche he sacado una conclusión: hay días, que por razones que no se ver desde mi coche, todos los conductores están especialmente alterados. Supongo que hay mucho de contagio. Yo conduzco mal, te hago una guarrada al volante, eso te pone nervioso y tu se la haces a otro.... pero esos días pasan. Hoy ha sido uno de ellos.
Empezando porque a la hora de comer en la carretera, tres carriles, iban circulando unos seis o siete camiones, adelantándose unos a otros, como de costumbre. Yo iba tranquilo y he presentido, o quizá he recordado una conversación de sobremesa que tuve hace unos días, y me he dicho, este camión de cinco ejes va a putearme y a invadir mi carril. Y chas, se ha lanzado encima mio. Yo elegantemente me he ido al carril de mas a la izquierda he apretado el acelerador y el imbécil que podría haberme matado, si me pilla despistado, ha desparecido en mi retrovisor. Diez minutos mas tarde, un coche me adelanta para hacer un giro a una esquina, le dejo pasar, y casi se lleva por delante a una chica con bicicleta, la cual con reflejos de gata ha frenado evitando el desastre, porque él no ha parado. Mas tarde coches cambiando de carril aparentemente si prestar demasiada atención y al borde del accidente, mientras varias motos adelantando por la derecha en curvas.
Estos son los hechos de hoy. Mañana y pasado y el otro, no pasará nada especial, pero de aquí a unos días volverán a suceder estas cosas. No se que lo provoca, pero tengo claro que pasa (que por cierto alguien debería de evitar) como no se el qué diré que es cosa de los dioses del motor que hoy estaban pidiendo sacrificios de sangre.
Chris Liu-Beers
En estos años que llevo yendo a trabajar en coche he sacado una conclusión: hay días, que por razones que no se ver desde mi coche, todos los conductores están especialmente alterados. Supongo que hay mucho de contagio. Yo conduzco mal, te hago una guarrada al volante, eso te pone nervioso y tu se la haces a otro.... pero esos días pasan. Hoy ha sido uno de ellos.
Empezando porque a la hora de comer en la carretera, tres carriles, iban circulando unos seis o siete camiones, adelantándose unos a otros, como de costumbre. Yo iba tranquilo y he presentido, o quizá he recordado una conversación de sobremesa que tuve hace unos días, y me he dicho, este camión de cinco ejes va a putearme y a invadir mi carril. Y chas, se ha lanzado encima mio. Yo elegantemente me he ido al carril de mas a la izquierda he apretado el acelerador y el imbécil que podría haberme matado, si me pilla despistado, ha desparecido en mi retrovisor. Diez minutos mas tarde, un coche me adelanta para hacer un giro a una esquina, le dejo pasar, y casi se lleva por delante a una chica con bicicleta, la cual con reflejos de gata ha frenado evitando el desastre, porque él no ha parado. Mas tarde coches cambiando de carril aparentemente si prestar demasiada atención y al borde del accidente, mientras varias motos adelantando por la derecha en curvas.
Estos son los hechos de hoy. Mañana y pasado y el otro, no pasará nada especial, pero de aquí a unos días volverán a suceder estas cosas. No se que lo provoca, pero tengo claro que pasa (que por cierto alguien debería de evitar) como no se el qué diré que es cosa de los dioses del motor que hoy estaban pidiendo sacrificios de sangre.
Chris Liu-Beers
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