El Govern declara formalmente la emergencia climática
Hola,
Mientras los políticos siguen echándose mierda los unos contra los otros, el Govern de la Generalitat ha dado un paso para mejorar el futuro. No es mas que un puñado de buenas intenciones que quizá ni se planteen implementar, pero en casi dos meses de campaña política ¿habéis oído algo parecido?. El texto original.
"El Ejecutivo quiere unirse a las instituciones políticas de todo el mundo que han declarado formalmente una emergencia climática y ambiental para alcanzar los objetivos en materia de mitigación establecidos en la Ley del cambio climático
El Gobierno de la Generalitat ha querido unirse a las instituciones políticas de todo el mundo que han declarado formalmente una emergencia climática y ambiental para alcanzar los objetivos en materia de mitigación establecidos en la Ley del cambio climático, aprobada el verano de 2017 . Con este fin, el Gobierno asume los compromisos siguientes:
Adoptar las medidas de simplificación administrativa necesarias para eliminar los obstáculos que puedan poner en peligro la consecución de los objetivos en materia de mitigación del cambio climático y de transición energética.
Incrementar los incentivos y priorizar las políticas y los recursos públicos destinados a la necesaria transición hacia un modelo energético cien por cien renovable, desnuclearizado y descarbonizado, neutro en emisiones de gases de efecto invernadero, que reduzca la vulnerabilidad del sistema energético catalán y garantice el derecho al acceso a la energía como bien común, como fija la Ley del cambio climático.
Priorizar en las políticas públicas las opciones con menor impacto climático y mayor contribución a la adaptación a las condiciones derivadas del cambio climático.
Adoptar las medidas necesarias para detener la preocupante pérdida de biodiversidad y promover la recuperación de ecosistemas.
Identificar y acompañar a los sectores de la economía que tienen que hacer una transición, sea para adaptarse a las nuevas condiciones derivadas del cambio climático, sea para transformarse en actividades de bajas emisiones de gases de efecto invernadero (GEI ), en un marco general de apuesta por la economía circular y de creación de empleos verdes.
Adoptar las medidas encaminadas a reducir la vulnerabilidad de aquellos sectores sociales más sensibles a los impactos del cambio climático y aquellos otros a los que esta transición puede afectar en mayor grado.
Asumir un modelo de movilidad urbana basado, por un lado, en el transporte público, el vehículo compartido y los modos de micromovilidad y, por otro, en vehículos de emisión cero.
Declarar como instalaciones de interés territorial estratégico las instalaciones fotovoltaicas que utilicen sistemas de captación de energía fotovoltaica avanzados y eficientes.
Elaborar, conjuntamente entre el Departamento de Territorio y Sostenibilidad y el Departamento de Empresa y Conocimiento, una estrategia territorial para la implantación de las instalaciones de energía renovable, fundamentalmente eólica y fotovoltaica, necesarias para desarrollar la transición energética en Cataluña y cumplir con los objetivos de la Ley del cambio climático en materia de energía.
Instar al Parlamento a celebrar cada año un pleno monográfico sobre el cambio climático y su afectación en Cataluña y sobre las medidas de mitigación y adaptación que el Gobierno adopte, en especial las asociadas a la transición energética.
Revisar la legislación catalana vigente con el fin de detectar aquellas normas que favorezcan la emisión de gases de efecto invernadero o dificulten combatir los efectos del cambio climático.
Perjuicios ambientales y económicos
Según el texto aprobado hoy, el Gobierno ve con preocupación los impactos que el cambio climático tiene y tendrá en Cataluña y en todo el planeta y entiende que es necesario tomar una mayor conciencia del peligro que representa, tal y como la comunidad científica está alertando de forma continuada. De hecho, aparte de los efectos evidentes sobre los ecosistemas, los efectos previsibles del cambio climático pueden perjudicar notoriamente nuestra economía productiva, desde la afectación negativa en el funcionamiento y el mantenimiento de muchas infraestructuras a importantes alteraciones de los entornos en que se desarrollan actividades como el turismo, la producción agropecuaria o toda la industria con demandas intensivas de agua o de energía. Igualmente, no se deben descuidar sus impactos sobre la salud.
El reciente informe del Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC-2018) sobre los 1,5ºC establece la necesidad de reducir las emisiones globales en torno al 45% en 2030 respecto a los niveles de 2010 y alcanzar unas emisiones netas nulas para el 2050. Igualmente, el último informe de la Plataforma Intergubernamental sobre Biodiversidad y servicios ecosistémicos (IPBES-2019), publicado recientemente, alerta de la situación de declive sin precedentes en que se encuentra la naturaleza del planeta y la aceleración de la ratio de extinción de especies.
En Cataluña, el Tercer Informe del Cambio Climático (2016) pone de relieve las dificultades a que muchos sectores y ecosistemas tendrán que hacer frente las próximas décadas, en un clima más cálido, más seco, con una mayor frecuencia de fenómenos extremos, y dentro un entorno que ya está sometido a una fuerte presión sobre sus recursos hídricos, que ha sufrido cambios drásticos en el uso del suelo, con un litoral fuertemente artificializado, una agricultura excesivamente centrada en la alimentación animal y un nivel de autosuficiencia bajo en la producción de alimentos, una pérdida continuada de biodiversidad, un débil desarrollo de las energías renovables y unos entornos urbanos a menudo con niveles de contaminación demasiado elevados, por poner algunos ejemplos. Todos ellos, elementos de vital importancia para el bienestar de la ciudadanía y para el mantenimiento de una sociedad competitiva, justa y cohesionada.
La Ley del cambio climático, punto de inflexión
La Ley del cambio climático, de agosto de 2017, es un punto de inflexión y una respuesta a este reto. Una ley que fue aprobada por un amplio consenso del Parlamento y que incluye objetivos ambiciosos como el de alcanzar la neutralidad en las emisiones de GEI, y un modelo de producción de electricidad totalmente renovable en el 2050. Su puesta en práctica necesita la determinación y la acción comprometida de todos, sociedad civil y sectores económicos incluidos, y de una forma muy especial de las administraciones en todos sus niveles de gobierno.
Por otra parte, el Gobierno adoptó, de manera participada con la sociedad civil y sectores económicos, la Estrategia de Biodiversidad y Patrimonio Natural en el escenario 2030, que establece objetivos e indicadores concretos. La sociedad civil está haciendo oír su voz, exigiendo a los gobiernos y en las instituciones políticas acciones claras y contundentes. Es el caso del movimiento juvenil "Fridays for future", que reclama, y exige, poder tener un futuro sin la losa que supondrá a sus vidas el cambio climático."
Mientras los políticos siguen echándose mierda los unos contra los otros, el Govern de la Generalitat ha dado un paso para mejorar el futuro. No es mas que un puñado de buenas intenciones que quizá ni se planteen implementar, pero en casi dos meses de campaña política ¿habéis oído algo parecido?. El texto original.
"El Ejecutivo quiere unirse a las instituciones políticas de todo el mundo que han declarado formalmente una emergencia climática y ambiental para alcanzar los objetivos en materia de mitigación establecidos en la Ley del cambio climático
El Gobierno de la Generalitat ha querido unirse a las instituciones políticas de todo el mundo que han declarado formalmente una emergencia climática y ambiental para alcanzar los objetivos en materia de mitigación establecidos en la Ley del cambio climático, aprobada el verano de 2017 . Con este fin, el Gobierno asume los compromisos siguientes:
Adoptar las medidas de simplificación administrativa necesarias para eliminar los obstáculos que puedan poner en peligro la consecución de los objetivos en materia de mitigación del cambio climático y de transición energética.
Incrementar los incentivos y priorizar las políticas y los recursos públicos destinados a la necesaria transición hacia un modelo energético cien por cien renovable, desnuclearizado y descarbonizado, neutro en emisiones de gases de efecto invernadero, que reduzca la vulnerabilidad del sistema energético catalán y garantice el derecho al acceso a la energía como bien común, como fija la Ley del cambio climático.
Priorizar en las políticas públicas las opciones con menor impacto climático y mayor contribución a la adaptación a las condiciones derivadas del cambio climático.
Adoptar las medidas necesarias para detener la preocupante pérdida de biodiversidad y promover la recuperación de ecosistemas.
Identificar y acompañar a los sectores de la economía que tienen que hacer una transición, sea para adaptarse a las nuevas condiciones derivadas del cambio climático, sea para transformarse en actividades de bajas emisiones de gases de efecto invernadero (GEI ), en un marco general de apuesta por la economía circular y de creación de empleos verdes.
Adoptar las medidas encaminadas a reducir la vulnerabilidad de aquellos sectores sociales más sensibles a los impactos del cambio climático y aquellos otros a los que esta transición puede afectar en mayor grado.
Asumir un modelo de movilidad urbana basado, por un lado, en el transporte público, el vehículo compartido y los modos de micromovilidad y, por otro, en vehículos de emisión cero.
Declarar como instalaciones de interés territorial estratégico las instalaciones fotovoltaicas que utilicen sistemas de captación de energía fotovoltaica avanzados y eficientes.
Elaborar, conjuntamente entre el Departamento de Territorio y Sostenibilidad y el Departamento de Empresa y Conocimiento, una estrategia territorial para la implantación de las instalaciones de energía renovable, fundamentalmente eólica y fotovoltaica, necesarias para desarrollar la transición energética en Cataluña y cumplir con los objetivos de la Ley del cambio climático en materia de energía.
Instar al Parlamento a celebrar cada año un pleno monográfico sobre el cambio climático y su afectación en Cataluña y sobre las medidas de mitigación y adaptación que el Gobierno adopte, en especial las asociadas a la transición energética.
Revisar la legislación catalana vigente con el fin de detectar aquellas normas que favorezcan la emisión de gases de efecto invernadero o dificulten combatir los efectos del cambio climático.
Perjuicios ambientales y económicos
Según el texto aprobado hoy, el Gobierno ve con preocupación los impactos que el cambio climático tiene y tendrá en Cataluña y en todo el planeta y entiende que es necesario tomar una mayor conciencia del peligro que representa, tal y como la comunidad científica está alertando de forma continuada. De hecho, aparte de los efectos evidentes sobre los ecosistemas, los efectos previsibles del cambio climático pueden perjudicar notoriamente nuestra economía productiva, desde la afectación negativa en el funcionamiento y el mantenimiento de muchas infraestructuras a importantes alteraciones de los entornos en que se desarrollan actividades como el turismo, la producción agropecuaria o toda la industria con demandas intensivas de agua o de energía. Igualmente, no se deben descuidar sus impactos sobre la salud.
El reciente informe del Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC-2018) sobre los 1,5ºC establece la necesidad de reducir las emisiones globales en torno al 45% en 2030 respecto a los niveles de 2010 y alcanzar unas emisiones netas nulas para el 2050. Igualmente, el último informe de la Plataforma Intergubernamental sobre Biodiversidad y servicios ecosistémicos (IPBES-2019), publicado recientemente, alerta de la situación de declive sin precedentes en que se encuentra la naturaleza del planeta y la aceleración de la ratio de extinción de especies.
En Cataluña, el Tercer Informe del Cambio Climático (2016) pone de relieve las dificultades a que muchos sectores y ecosistemas tendrán que hacer frente las próximas décadas, en un clima más cálido, más seco, con una mayor frecuencia de fenómenos extremos, y dentro un entorno que ya está sometido a una fuerte presión sobre sus recursos hídricos, que ha sufrido cambios drásticos en el uso del suelo, con un litoral fuertemente artificializado, una agricultura excesivamente centrada en la alimentación animal y un nivel de autosuficiencia bajo en la producción de alimentos, una pérdida continuada de biodiversidad, un débil desarrollo de las energías renovables y unos entornos urbanos a menudo con niveles de contaminación demasiado elevados, por poner algunos ejemplos. Todos ellos, elementos de vital importancia para el bienestar de la ciudadanía y para el mantenimiento de una sociedad competitiva, justa y cohesionada.
La Ley del cambio climático, punto de inflexión
La Ley del cambio climático, de agosto de 2017, es un punto de inflexión y una respuesta a este reto. Una ley que fue aprobada por un amplio consenso del Parlamento y que incluye objetivos ambiciosos como el de alcanzar la neutralidad en las emisiones de GEI, y un modelo de producción de electricidad totalmente renovable en el 2050. Su puesta en práctica necesita la determinación y la acción comprometida de todos, sociedad civil y sectores económicos incluidos, y de una forma muy especial de las administraciones en todos sus niveles de gobierno.
Por otra parte, el Gobierno adoptó, de manera participada con la sociedad civil y sectores económicos, la Estrategia de Biodiversidad y Patrimonio Natural en el escenario 2030, que establece objetivos e indicadores concretos. La sociedad civil está haciendo oír su voz, exigiendo a los gobiernos y en las instituciones políticas acciones claras y contundentes. Es el caso del movimiento juvenil "Fridays for future", que reclama, y exige, poder tener un futuro sin la losa que supondrá a sus vidas el cambio climático."
— Govern. Generalitat (@govern) 14 de mayo de 2019
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