Tiburones de las redes
Hola,
Si hablamos de internet, redes sociales pero sobretodo en zonas tan concretas como Twitter donde puedes dar tu opinión sin exponerte, eso de tirar la piedra y esconder la mano, podemos comprobar como a la gente le rebosa la bilis por los poros.
Todos tenemos claro que las redes sociales van en contra de uno de los principios marxistas (de Groucho Marx por supuesto) básicos, aquel que dice algo así como "es preferible estar callado y parecer tonto, que abrir la boca y disipar las dudas". Así que cualquier va y suelta sus idioteces, pero ya se sabe los idiotas lo son y se les ha de dejar tranquilos si no desean aprender. En las redes sociales, por contra, siempre hay alguien que intenta o reírse de ellos o demostrar su mayor sabiduría, así que unos por otros, las idioteces son las entradas mas populares. Estos idiotas de vez en cuando lucen o dejan entrever algún símbolo identitario o ideológico y entonces aparecer los verdaderos desestabilizadores como los tiburones acuden a la sangre fresca.
Esta gente, por razones ideológicas o monetarias, patrullan las redes sociales mas conocidas en busca de otros miembros que muestren ciertos rasgos ideológicos o identitarios. Buscan cualquier comentario del que se pueda tirar y empiezan un acoso y derribo, ya no contra el comentario idiota del idiota, sino utilizando el comentario como inicio de todo un ataque contra la ideología o la identidad que desean atacar. Si el ataque es identitario se reprimen un poco, ya que pueden ser etiquetados de xenófogos y se les puede cerrar la cuenta, aunque no tardarán en abrir otra. Todo dependerá del beneficio.
En cambio el ataque a la ideología suele salir mas barato y la red suele aceptarlo mejor, por aquello que todo el mundo es libre de pensar como quiera. Aunque todo el mundo tiene claro que una mentira repetida mil veces no se convierte en verdad, muchas veces lo parece, así que este repetido run run acaba por crear un estado de animadversión hacía la ideología. Así acabas viendo gente que defiende posturas contrarias a su maneras de ser y que al final nadie sabe como empezó a hacerlo.
No hay solución al tema. No podemos prohibir a los idiotas demostrar orgullosos que lo son. No podemos prohibir a los odiadores odiar. Así que lo único que se puede hacer es tomar distancia de todo y no aceptar nunca nada de buenas a primeras si lo leemos en las redes, o se nos comerán los tiburones.
Si hablamos de internet, redes sociales pero sobretodo en zonas tan concretas como Twitter donde puedes dar tu opinión sin exponerte, eso de tirar la piedra y esconder la mano, podemos comprobar como a la gente le rebosa la bilis por los poros.
Todos tenemos claro que las redes sociales van en contra de uno de los principios marxistas (de Groucho Marx por supuesto) básicos, aquel que dice algo así como "es preferible estar callado y parecer tonto, que abrir la boca y disipar las dudas". Así que cualquier va y suelta sus idioteces, pero ya se sabe los idiotas lo son y se les ha de dejar tranquilos si no desean aprender. En las redes sociales, por contra, siempre hay alguien que intenta o reírse de ellos o demostrar su mayor sabiduría, así que unos por otros, las idioteces son las entradas mas populares. Estos idiotas de vez en cuando lucen o dejan entrever algún símbolo identitario o ideológico y entonces aparecer los verdaderos desestabilizadores como los tiburones acuden a la sangre fresca.
Esta gente, por razones ideológicas o monetarias, patrullan las redes sociales mas conocidas en busca de otros miembros que muestren ciertos rasgos ideológicos o identitarios. Buscan cualquier comentario del que se pueda tirar y empiezan un acoso y derribo, ya no contra el comentario idiota del idiota, sino utilizando el comentario como inicio de todo un ataque contra la ideología o la identidad que desean atacar. Si el ataque es identitario se reprimen un poco, ya que pueden ser etiquetados de xenófogos y se les puede cerrar la cuenta, aunque no tardarán en abrir otra. Todo dependerá del beneficio.
En cambio el ataque a la ideología suele salir mas barato y la red suele aceptarlo mejor, por aquello que todo el mundo es libre de pensar como quiera. Aunque todo el mundo tiene claro que una mentira repetida mil veces no se convierte en verdad, muchas veces lo parece, así que este repetido run run acaba por crear un estado de animadversión hacía la ideología. Así acabas viendo gente que defiende posturas contrarias a su maneras de ser y que al final nadie sabe como empezó a hacerlo.
No hay solución al tema. No podemos prohibir a los idiotas demostrar orgullosos que lo son. No podemos prohibir a los odiadores odiar. Así que lo único que se puede hacer es tomar distancia de todo y no aceptar nunca nada de buenas a primeras si lo leemos en las redes, o se nos comerán los tiburones.
Autor: Startup Stock Photos
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