Seguir siendo un cerdo
Hola,
Aunque uno no quiera por estar en días festivos es imposible no oír los insultos que salen desde el Congreso. Esta gente que hemos votado, sí nosotros les hemos permitido estar ahí a todos ellos, se han pasado varios días insultándose, menospreciándose y lanzando mensajes peligrosos a la gente.
Dicen que hay que conocer el pasado para no repetirlo, pero se olvidan de que hay quien lo conoce y quiere repetirlo. Estos días todos los partidos de derechas, y de mas a la derecha, no han hecho nada que no hicieran sus colegas ideológicos hace casi cien años. En aquel momento acabaron por llamar a un general amigo de la causa para solucionarlo todo, el cual terminó por engañar a unos y a otros e instauró una dictadura hasta el día de su muerte. Movimientos parecidos se produjeron por el resto de Europa. Los poderosos muy poderosos ven que por querer guardar las formas pueden perder las mejores influencias. Esto no les gusta e instigan a las masas para cometer las mayores idioteces gracias al miedo y por la bandera, por el país y por algún ser superior, y nunca nada de eso ha acabado bien.
Yo apuesto por seguir siendo un cerdo.
Aunque uno no quiera por estar en días festivos es imposible no oír los insultos que salen desde el Congreso. Esta gente que hemos votado, sí nosotros les hemos permitido estar ahí a todos ellos, se han pasado varios días insultándose, menospreciándose y lanzando mensajes peligrosos a la gente.
Dicen que hay que conocer el pasado para no repetirlo, pero se olvidan de que hay quien lo conoce y quiere repetirlo. Estos días todos los partidos de derechas, y de mas a la derecha, no han hecho nada que no hicieran sus colegas ideológicos hace casi cien años. En aquel momento acabaron por llamar a un general amigo de la causa para solucionarlo todo, el cual terminó por engañar a unos y a otros e instauró una dictadura hasta el día de su muerte. Movimientos parecidos se produjeron por el resto de Europa. Los poderosos muy poderosos ven que por querer guardar las formas pueden perder las mejores influencias. Esto no les gusta e instigan a las masas para cometer las mayores idioteces gracias al miedo y por la bandera, por el país y por algún ser superior, y nunca nada de eso ha acabado bien.
Yo apuesto por seguir siendo un cerdo.
Prefiero ser un cerdo que un fascista.
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