Cambiando el chip

Hola,

La gente es maravillosa pero también estamos programados para detectar patrones y para asustarnos de todo aquello que no conocemos. La utilización de estos patrones nos ha servido durante milenios para huir del tigre de dientes de sable o del mamut lanudo y aunque ahora estamos civilizados esta programación persiste.
Ahora mismo, por culpa del famoso coronavirus, al elegir para ir a comer entre dos restaurantes, que están en la misma calle, que sirven la misma comida, al mismo precio,... si uno de ellos los empleados tienen los ojos rasgados y el otro no, la mayoría escogerá el otro. Da igual que la razón nos diga que el virus no entiende razas, que no sepamos si esa gente ha estado jamás cerca de punto de inicio de la infección, da igual que sepamos que se transmita por el aire, nuestras alertas nos hacen elegir el otro. En cambio tenemos en las Islas Canarias, un infectado que estaba ahí de vacaciones, alemán, que ha salido un par de veces con una chica allí en Alemania, los padres de la cual hace semanas estuvieron en la ciudad donde empezó la infección y de ahí su infección. Y al lado de este guiri si te hubieras sentado en el bus.
Aunque estamos en un mundo globalizado, y sabemos que los rasgos físicos de una persona ya no representan su origen ni procedencia, sino los de algún antepasado suyo. Aunque sepamos que estos rasgos quizá se suavicen en 40 o 50 generaciones, de permanecer todas ellas en la misma localización, como los europeos, asiáticos o americanos hemos casi perdido los rasgos de nuestros ancestros africanos. Aunque tengamos claros nuestros prejuicios cuando veamos a una persona con rasgos muy característicos de una zona del planeta, de inicio seguiremos pensando que ese es su origen y no que nació el mismo día que nosotros, en el mismo hospital dos cunas mas allá.
Ahora es un virus, que es algo grabe pero será finito en el tiempo, pero mañana será algún tipo de discriminación, de traba, de prejuicio, de mito,... El mundo ya se ha globalizado, ahora hay que globalizar a la gente.





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