Confinados (y 16)

Hola,

Y se acabó. En unas pocas horas oficialmente todas las medias legales y preventivas, que se han estado tomando hasta ahora para protegernos a los ciudadanos de la pandemia que nos asola, se habrán terminado. Oficialmente se habrán terminado las restricciones y la razón no es otra que oficialmente ya no hay peligro.

Yo en cambio tengo miedo. Porque cada día sigue infectándose gente del COVID-19, cada día sigue muriendo gente como consecuencia de afectaciones producidas por el COVID-19, siguen habiendo miles de enfermos por efectos colaterales por pasar el COVID-19 y todas las normas que nos dijeron que debíamos de hacer para no contaminarnos se incumplen, y algunas de ellas con el beneplácito del mismo Gobierno. Siguen con su mantra de que todo está bien, que solo hay que seguir un par de pequeñas normas y que si aún así lo pillas y te mueres es culpa tuya.

Y como todo está oficialmente bien, las empresas han de abrir, los negocios han de continuar, los niños deben de volver a las escuelas, los hoteles abren, los bares y restaurantes ya no tienen restricciones, las subvenciones y aplazamientos se han acabado. Así que obligan a todos los que trabajamos asalariadamente, que si no queremos perder nuestros empleos debemos de ir a trabajar. Incluso aquellos que no necesitamos estar presentes en una oficina para llevar a cabo nuestro trabajo, simplemente porque en este país es mas importante el presencionalismo que el rendimiento.

Y tengo miedo, porque tengo claro que el virus continua aquí, que no sabes ni como ni donde puedes cogerlo debido a la mas mínima estupidez, y que lo mejor es evitar al máximo los riesgos y aún así nada te impide infectarte y morirte. Así que todo el mundo tengamos que volver a la vida que hacíamos antes de confinarnos, los mismos viajes, los mismos transportes, las mismas oficinas,... es darle una pistola cargada a un mono.

Así que este es el último confinados (hasta el próximo confinamiento) ya que todo está bien hasta que deje de estarlo.

Autor: Tim Mossholder