La nueva infantería
Hola,
Estos días que es noticia que en los Estados Unidos han sufrido un intento de hackeo a nivel de país, es curioso otro tipo de "ataques" mucho menos mediáticos, fuera de la red. Hace un tiempo ya os hablé aquí de la tiktoker Charlie d'Amelio que ya te a 103,4 millones de seguidores. En España vivimos sólo 47 millones. Pues entre tantos seguidores hay muchos curiosos como yo, auténticos fans de sus bailes como los mis sobrinas, pero 103 millones da para mucho tipo de fans.
Hace un tiempo un famoso de estos por sacar a los trapos sucios de otros famosos es metió con la d'Amelio y terminó recibiendo un ataque digital de sus enfurecidos fans. Algo parecido pasó cuando un cantante criticó el grupo de K-Pop, BTS. Puede que, como a mí, no te atraiga el K-Pop pero debes ser consciente de que es un estilo de música que mueve a millones de fans y que a los BTS tienen a muchos de ellos. Así que el cantante crítico también acabó por recibir el ataque digital de los fans de la banda. Si hace casi 70 años en los fans de Carl Perkins hubieran querido gritar a Elvis Presley, primero hubieran tenido que ponerse en contacto entre ellos, seguramente por carta. Viajar todos para llegar el mismo día a Memphis y plantarse personalmente ante Elvis para decirle cuatro cosas.
Ahora la comunicación es instantánea, la organización es simplemente voluntad, el desplazarse no es necesario y en los ataques no son en persona. Así una señora de la Florida, un ingeniero indio y un matemático camerunés, junto a otros millones, pueden ponerse de acuerdo para hacer algo al mismo tiempo. Sí que es verdad que no es nada físico, pero en un momento que cada vez todo es más digital, podee bloquear el acceso a alguna plataforma y que el no acceso perjudique de alguna manera al objetivo no es tan dificil. Desde comprar todas los entradas para que después no la vaya nadie al espectáculo y que la prensa se haga eco del "fracaso", no dejar a nadie comprar el nuevo disco que sale a la venta porque la plataforma está saturada, rellenar de insultos los redes sociales y que a el final no valga la pena publicar nada. Y todo eso sin entrar en un hackeo real. Ya hay quienes comienzan a plantear si esta legión de fans no son los "ejércitos" del futuro o los nuevas naciones del futuro.
Estos días que es noticia que en los Estados Unidos han sufrido un intento de hackeo a nivel de país, es curioso otro tipo de "ataques" mucho menos mediáticos, fuera de la red. Hace un tiempo ya os hablé aquí de la tiktoker Charlie d'Amelio que ya te a 103,4 millones de seguidores. En España vivimos sólo 47 millones. Pues entre tantos seguidores hay muchos curiosos como yo, auténticos fans de sus bailes como los mis sobrinas, pero 103 millones da para mucho tipo de fans.
Hace un tiempo un famoso de estos por sacar a los trapos sucios de otros famosos es metió con la d'Amelio y terminó recibiendo un ataque digital de sus enfurecidos fans. Algo parecido pasó cuando un cantante criticó el grupo de K-Pop, BTS. Puede que, como a mí, no te atraiga el K-Pop pero debes ser consciente de que es un estilo de música que mueve a millones de fans y que a los BTS tienen a muchos de ellos. Así que el cantante crítico también acabó por recibir el ataque digital de los fans de la banda. Si hace casi 70 años en los fans de Carl Perkins hubieran querido gritar a Elvis Presley, primero hubieran tenido que ponerse en contacto entre ellos, seguramente por carta. Viajar todos para llegar el mismo día a Memphis y plantarse personalmente ante Elvis para decirle cuatro cosas.
Ahora la comunicación es instantánea, la organización es simplemente voluntad, el desplazarse no es necesario y en los ataques no son en persona. Así una señora de la Florida, un ingeniero indio y un matemático camerunés, junto a otros millones, pueden ponerse de acuerdo para hacer algo al mismo tiempo. Sí que es verdad que no es nada físico, pero en un momento que cada vez todo es más digital, podee bloquear el acceso a alguna plataforma y que el no acceso perjudique de alguna manera al objetivo no es tan dificil. Desde comprar todas los entradas para que después no la vaya nadie al espectáculo y que la prensa se haga eco del "fracaso", no dejar a nadie comprar el nuevo disco que sale a la venta porque la plataforma está saturada, rellenar de insultos los redes sociales y que a el final no valga la pena publicar nada. Y todo eso sin entrar en un hackeo real. Ya hay quienes comienzan a plantear si esta legión de fans no son los "ejércitos" del futuro o los nuevas naciones del futuro.
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