Ironía
-No te levantes, aspiraré alrededor tuyo.
-Por favor no muevas ni un dedo. Lo haré yo misma. No tiene sentido que los dos nos desgastemos los dedos de tanto trabajar.
-¡En realidad me gusta ser tu sirvienta!
-Ríndete, mujer. A esta edad tienen un chaleco contra la ironía.
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