Unos días mal y otros peor

Lo de hacer cosas sin querer no resulta tan simple como lo pintan, porque he de poner muchas fuerzas en hacer cosas para que no me vengas a la memoria. No porque no te quiera en mi cabeza sino porque ahora mismo el tenerte en ella interrumpe todo lo que esté haciendo, porque aunque solo sea por un minuto el mundo se vuelve insoportable, y resulta que el mundo no para y si me paro en mal lugar me arrollará.  

Luego viene la falta de costumbre de que ya no estás. El otro día pensé que estabas en el lavabo cuando yo tenía que entrar, duró un momento en el que mi cabeza ni dudó que allí estabas, y no, era Míriam. Otro día pensé en decirte que ya hemos largado al francés que no sirve para jugar de delantero, y de nuevo mi cabeza no me avisó que ya te da igual. O ahora que le dan vueltas a que ya han quitado los peajes, a ver lo que dura, y en mi cabeza se repetía aquella historia que no se quien te dijo cuando eras joven que eso era para un par de años, y como te quejabas de eso.

Estoy haciendo copias del millón de fotos que tomaste y lo hago de manera mecánica y aseptica por fechas de captura o de modificación, pero si por lo que sea he de abrir una foto y allí estamos, he de coger aire. Ayer arreglaban el ascensor de la escalera, por primera vez en décadas que o no lo hacías tu o no estabas tu allí dando el visto bueno. Cuando llega una factura, cuando llama alguien para darte hora o recordarte una visita, cuando alguien que hace semanas que no vemos pregunta - ¿Qué tal va el Guillermo?.

Llevo quince días en los que ya no me paro a escribir un rato cada día, solo lo he hecho para escribirte algunas líneas y cada una me cuesta varios días terminarlas. Se que esto pasará, se que aún ha de venir lo peor, porque que faltarás un par de semanas por casa  estos últimos años era hasta normal, porque tus nietas empezarán el cole, porque vendrán cumpleaños, Navidad, Fin de año, Reyes,... así que un día mi cabeza aceptará que ya no estás, pero mientras todo pasa tendré días en los que estaré mal y otros peor.

mayo de 2020