Esopo me tomó el pelo con su fábula
Hola,
Seguramente todos habéis oído o leído la fábula llamada La cigarra y la hormiga, atribuida a Esopo y adaptada por Jean de La Fontaine. Por si alguien se la ha perdido, es aquella en la que una hormiga trabaja sin descanso durante el verano, haciendo acopio de provisiones, mientras la cigarra se lo pasa disfrutando y tocando música, mientras se ríe de la hormiguita. Llegado el invierno, la cigarra se muere de hambre y va a pedir ayuda a la hormiga, la cual le recrimina no haber trabajado en verano y la deja morirse de hambre en el frío.
A mi esta historia se me quedó marcada de pequeño, y como supondréis siempre he sido una hormiguita, concienzuda y trabajadora. Haciendo acopio de lo necesario, para no joderla en el futuro, pero también soy una hormiguita observadora. Observando me he dado cuenta de que no hay cigarras como las de la fábula. Las cigarras actuales utilizan tarjetas opacas, estafan, manipulan, no pagan a sus trabajadores pero si a otras cigarras, hacen que otras hormigas líen a sus compañeras para invertir en cosas que acaban arruinándolas, se llevan los ahorros a Suiza, Andorra,... Cuando llega el invierno, o el juez, dicen que no tienen nada, que son unas pobres cigarras, y piden que la ley les dé comida y un lugar caliente para dormir, y la justicia se lo da.
En cambio las hormigas que me rodean, no llegan a final de mes, deben dinero a todas las cigarras habidas y por haber, no les pagan por su trabajo, o les pagan mal, y jamás pueden dejar de trabajar si desean sobrevivir. Llegado el invierno lo pierden todo, o casi todo, y les dicen que es culpa la coyuntura, la crisis, el futuro, la tecnología y la madre que lo parió a todo.
Esopo me tomó el pelo con su fábula. Doy por hecho que él era una cigarra y nos ha liado a todos. Si eres hormiguita y trabajas duro, intentas no joderla, ni dejar que te jodan, al llegar el invierno no lo pasarás demasiado mal. Si eres una cigarra, lo pasarás en grande y cuando llegue el invierno, todas las hormiguitas deberán alimentarte y cobijarte por lo que no has hecho.
Soy así y siempre seré una hormiguita, me gustan las causas perdidas, porque mi yo mas profundo siempre me impedirá ser una cigarra joputa, pero esto no quita que os inste a si podéis le metáis un mordisco a una cigarra, con que le joda, basta.
Seguramente todos habéis oído o leído la fábula llamada La cigarra y la hormiga, atribuida a Esopo y adaptada por Jean de La Fontaine. Por si alguien se la ha perdido, es aquella en la que una hormiga trabaja sin descanso durante el verano, haciendo acopio de provisiones, mientras la cigarra se lo pasa disfrutando y tocando música, mientras se ríe de la hormiguita. Llegado el invierno, la cigarra se muere de hambre y va a pedir ayuda a la hormiga, la cual le recrimina no haber trabajado en verano y la deja morirse de hambre en el frío.
A mi esta historia se me quedó marcada de pequeño, y como supondréis siempre he sido una hormiguita, concienzuda y trabajadora. Haciendo acopio de lo necesario, para no joderla en el futuro, pero también soy una hormiguita observadora. Observando me he dado cuenta de que no hay cigarras como las de la fábula. Las cigarras actuales utilizan tarjetas opacas, estafan, manipulan, no pagan a sus trabajadores pero si a otras cigarras, hacen que otras hormigas líen a sus compañeras para invertir en cosas que acaban arruinándolas, se llevan los ahorros a Suiza, Andorra,... Cuando llega el invierno, o el juez, dicen que no tienen nada, que son unas pobres cigarras, y piden que la ley les dé comida y un lugar caliente para dormir, y la justicia se lo da.
En cambio las hormigas que me rodean, no llegan a final de mes, deben dinero a todas las cigarras habidas y por haber, no les pagan por su trabajo, o les pagan mal, y jamás pueden dejar de trabajar si desean sobrevivir. Llegado el invierno lo pierden todo, o casi todo, y les dicen que es culpa la coyuntura, la crisis, el futuro, la tecnología y la madre que lo parió a todo.
Esopo me tomó el pelo con su fábula. Doy por hecho que él era una cigarra y nos ha liado a todos. Si eres hormiguita y trabajas duro, intentas no joderla, ni dejar que te jodan, al llegar el invierno no lo pasarás demasiado mal. Si eres una cigarra, lo pasarás en grande y cuando llegue el invierno, todas las hormiguitas deberán alimentarte y cobijarte por lo que no has hecho.
Soy así y siempre seré una hormiguita, me gustan las causas perdidas, porque mi yo mas profundo siempre me impedirá ser una cigarra joputa, pero esto no quita que os inste a si podéis le metáis un mordisco a una cigarra, con que le joda, basta.
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