Confinados (15)

Hola,

En 100 años alguien tendrá que explicar a un alumno lo que sucedió a inicios de la década de los 20 en el siglo XXI y no saldremos muy bien en la foto, aunque aún podemos arreglarlo.

Le explicará que a finales de 2019 había alguno murciélagos que, debido a su especial inmunidad, portaban y mutaron un virus del tipo corona creando una nueva variedad, que se acabría conociendo como COVID-19 (COrona VIrus Disease 2019). Un tipo de virus que provoca problemas pulmonares y para el que los humanos no tenían defensas. Varios laboratorios lo detectaron y empezaron su estudio pero de alguna manera, quizá mediante garrapatas de los propios murciélagos que picaron a alguien del estudio, este virus pasó al primer humano. Sus síntomas tardaban entre una y dos semanas en aparecer, por lo que el primer infectado pudo ir infectando sin saberlo, y al encontrarse mal lo pudieron bien confundir con una neumonía bilateral. El punto de explosión se cree que fue la ciudad de Wuhan, donde algún infectado infectó a alguien del mercado local, por el cual transitan miles de personas cada día. La ciudad era una de las mas populosas de China y uno de los grandes nodos de donde partían multitud de viajes internacionales o partían hacía Beijin de donde partían para todo el planeta. El gobierno chino intentó ocultar primero, minimizar el alcance después, incluso utilizaron sus buenas relaciones internacionales. Esto hizo que ni se alertara lo suficiente ni que los demás países del mundo vieran el problema. El siguiente gran foco de infección fue el norte de Italia y reaccionaron como en China, primero escondiéndolo, luego minimizándolo. Así llegó a España, donde no se escondió pero si se minimizó, oficialmente se contó que los síntomas eran menores que los de otro virus de la época, la gripe. Rápidamente el número de infectados se empezó a multiplicar y aún así no se tomaron medidas, hasta que se empezaron a colapsar los hospitales y el número de muertos crecía descontroladamente. Entonces durante tres par de meses se llevó a cabo un periodo de confinamiento por el que solo podía salir a la calle los trabajadores esenciales, o para comprar comida o medicamentos. El gobierno empezó a verse superado por las carencias. No existía cura pero si sabían las medidas a adoptar para que la transmisión no creciera, pero no tenían materiales (mascarillas, kits de pruebas,... ) ni dinero para comprarlos. Así que se empezó una campaña de desinformación y mentiras. Se mentía sobre la necesidad de protegerse, se ocultaban los números de fallecidos, de maquillaban las cifras oficiales,.... Así llegaron al momento en que por efecto de no haber gente por las calles, el número de infectados y muertos se redujo pero entonces tenían ya una importante crisis económica debido a la mala planificación en las décadas anteriores. La habían centrado toda en el tercer sector y este no funciona si no funcionan muy bien los otros dos, y estos estaban parados en todo el mundo y tardarían en activarse. Así que aún sin remedio ni conocimiento de los efectos del virus mintieron de nuevo para que la gente volviera a salir a las calles y a trabajar poniendo en serio riesgo sus vidas. Esta vez, les habían dado recomendaciones imposibles de cumplir y contradictorias, así se aseguraban que si alguien enfermaba o moría la culpa era de la persona y nunca del gobierno por no haber cumplido alguna norma. Por supuesto a todo esto hay que añadirle que se generó toda una red de distracciones, mentiras y desinformaciones en los medios para que la gente no pensara en sus vidas.

Ahora solo falta saber como, dentro de 100 años, acabarán de explicar esta historia. Si la gente se dejó hacer y murieron millones y les dio igual, o se levantaron y lucharon.

Autor: Tim Mossholder