La cara fea del fútbol
Hola,
Esta mañana, ha sido mañana de fútbol. Dentro de las 4 líneas que delimitan el campo, los de casa jugaban, y los de fuera daban patadas. Como el fútbol no es justo, no ganan los mejores, no pierden los malos, porque “Fútbol es fútbol” que dijo aquel, han ganado los que más goles han metido. Así lo marcan las reglas.
Pero eso quedaría ahí, de no ser porque alrededor de las 4 líneas, habían unas cuantas decenas de personas (por aquello de la presunción de inocencia), que durante los noventa minutos, no han cesado de gritarle hijo de puta al árbitro, a cagarse en la madre que les parió, de todos los que no vestían sus colores de su equipo, y amenazar, navaja en bolsillo y guardados por la multitud, a cualquiera que animara al otro equipo.
Esto sin dejar de enseñar a sus retoños, el noble arte de cagarse en la madre de alguien, y que es normal que los mossos te vigilen durante un partido.
Al final han ganado, han saltado al campo, y han empezado a increpar a la gente del equipo contrario. Y tras que alguien, ha mentado la madre de no se quien, los mossos han tenido que entrar en acción, han pedido refuerzos, que han llegado porra en mano, mientras algún fulano chuleaba, “al poli este le metía yo una patada en la cabeza” ante los amigotes, mientras salía corriendo doblando la esquina.
Lo triste es que esta panda de terroristas (aquel que causa terror), no son muchos, pero no son casos aislados. Los árbitros, ya saben que van a arbitrar a tal equipo, y que sus “socios” son de tal o cual manera, y van con miedo. La policía ya acude al campo sin aviso, porque saben que es lo que hay. Y lo no menos grabe, enseñan a sus hijos, que eso es normal.
Esta es la cara fea del fútbol, el reducto de los energúmenos descerebrados, que como se acojonan delante de la vida, han de soltarse protegidos por el rebaño de borregos.
Adéu.
Esta mañana, ha sido mañana de fútbol. Dentro de las 4 líneas que delimitan el campo, los de casa jugaban, y los de fuera daban patadas. Como el fútbol no es justo, no ganan los mejores, no pierden los malos, porque “Fútbol es fútbol” que dijo aquel, han ganado los que más goles han metido. Así lo marcan las reglas.
Pero eso quedaría ahí, de no ser porque alrededor de las 4 líneas, habían unas cuantas decenas de personas (por aquello de la presunción de inocencia), que durante los noventa minutos, no han cesado de gritarle hijo de puta al árbitro, a cagarse en la madre que les parió, de todos los que no vestían sus colores de su equipo, y amenazar, navaja en bolsillo y guardados por la multitud, a cualquiera que animara al otro equipo.
Esto sin dejar de enseñar a sus retoños, el noble arte de cagarse en la madre de alguien, y que es normal que los mossos te vigilen durante un partido.
Al final han ganado, han saltado al campo, y han empezado a increpar a la gente del equipo contrario. Y tras que alguien, ha mentado la madre de no se quien, los mossos han tenido que entrar en acción, han pedido refuerzos, que han llegado porra en mano, mientras algún fulano chuleaba, “al poli este le metía yo una patada en la cabeza” ante los amigotes, mientras salía corriendo doblando la esquina.
Lo triste es que esta panda de terroristas (aquel que causa terror), no son muchos, pero no son casos aislados. Los árbitros, ya saben que van a arbitrar a tal equipo, y que sus “socios” son de tal o cual manera, y van con miedo. La policía ya acude al campo sin aviso, porque saben que es lo que hay. Y lo no menos grabe, enseñan a sus hijos, que eso es normal.
Esta es la cara fea del fútbol, el reducto de los energúmenos descerebrados, que como se acojonan delante de la vida, han de soltarse protegidos por el rebaño de borregos.
Adéu.
Pues sí, muy lamentable la verdad.
ResponderEliminarLo más lamentable es que se les quede a los niños la impresión de que eso es disfrutar de un partido de fútbol.
ResponderEliminarAcertadísimo post. Y como comentas, lo peor es que alguien se lleve a un crío al fútbol y te encuentres con situaciones de este calibre, muy triste.
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