Me abrazaría al diablo....

Hola,

Ayer tocaba concierto, y hoy dormir en el trabajo, sssshhhh!!! no se lo digáis a mi jefe. Con la tontería, y con el gran despliegue nocturno de transporte público, llegué a mi camita a eso de las 2.
Cuando ya has ido a unos pocos conciertos, te das cuenta que siempre acuden los mismos estereotipos. Siempre esta el grupo de niñas monas, pijas, en plena pubertad, llenas de todo tipo de pintadas, con la esperanza de que el artista de turno las vea y se enamore de ellas. El padre de la niña, aquel señor, normalmente mucho mayor mayor que la hija pre-puber que trae a ver su ídolo. Siempre vigilante de que ningún desalmado se acerque a su niña, con malas intenciones, pero siempre de reojo, para que ella no se avergüence delante de las amigas. Una vez empezado el concierto, le reconocerás, porque es el único con cascos escuchando a Paco González y Pepe Domingo Castaño con el "Carrusel deportivo". El novio de la fan, el cual tiene dos fases. La primera, es si son novios de hace poco, le verás pegado a su churri , aprovechando cada "te quiero" o "amor" en la letra para besuquearla. La otra, es la de novios de hace tiempo, el cual le reconocerás porque es el único enfurruñado, en medio de un montón de fans. Este de encontrarse con el padre de la niña, pueden llegar a entablar amistad futbolera. Otros dos grupos son o los muy jóvenes, que aún juntaban la m con la a, cuando el grupo sacó el primer disco, o los de treinta y tantos, que se compraron el primer cassette del grupo, el día que salió a la venta, con letras incluidas. Este último grupo, yo no les vi ayer, pero como dicen en aquella película "En toda partida de poker hay un primo. Si a los cinco minutos no has detectado al primo, es que eres tú."
En cuanto a la música estuvo bien. Coti, no toca mal, pero no conozco mas que un par o tres de sus canciones, pero vi que el resto del público estaba igual que yo. De cerca, no se parece a Calamaro, mas bien se da un aire a Pablo Aimar. Eso si, se pasó 20 minutos diciendo adiós, así que no dejéis que un argentino empiece a hablar, o no habrá como pararlo. Lo siento Ramiro, pero es verdad.
Después llegó el impacto para mi, ver como Dover se ha reinventado. Siguen siendo cañeros, transmiten mucha energía, pero esta todo programado bajo guión, hasta un beso en la boca entre las hermanas. A Cristina, sigue sin oírsela, esto iba a cambiar a estas alturas, pero aunque los demás mantienen el tipo de épocas pasadas, ella ha realizado un cambio radical, deciros que ahora viste blusa blanca (si blusa) , falda roja (si falda), medias negras con zapatitos negros de puntera blanca (si zapatos, nada de botas). Y por si alguien lo dudaba, han cambiado (destrozado) temas como King George y Serenade, en discotequeros. Los viejos del lugar, flipabamos, los jóvenes, creían que eran 2 canciones nuevas, no incluidas en el disco.
Al final, aparecieron los chicos de la Oreja. No soy parcial en este punto, pero estuvieron, increíbles y fantásticos. De ayer tengo grabado el momento en que tocaban una de sus típicas intros de los directos, con Álvaro tocando el bajo, de espaldas al público, hablando con alguien de fuera del escenario, mientras Pablo de rodillas, alarga eternamente una nota de su guitarra, al tiempo que Haritz aporrea la batería y Xabi los teclados. Paran en seco. Amaia dice "Ven" y todo un Palau Sant Jordi contesta "Acércate". Y acto seguido empieza a sonar el tema "París".
Así que mientras la hipoteca, y el otorrino me lo permitan, seguiré ahorrando para ir a escuchar música en directo. Y cuando sea lo suficientemente viejo para no poder quedarme cerca, me sentaré como aquella señora sentada al final de todo, de espaldas al escenario, en un concierto de BB King, a la que un reportero se le acercó y le preguntó porque no iba mas adelante, y le contestó "Para disfrutar de la música del maestro, no hace falta verle"

Adéu.

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