Deber

Hola,

Cuanto más leo a Pérez-Reverte, más me gustaría conocer a sus personajes en persona, quizá porque a veces, me me veo peligrosamente reflejado en ellos. Esa casi extinta raza de personas, que en cualquier situación, tienen y mantienen sus principios, su forma de ser.



-Jamás. Toda mi vida me he limitado a sostener una cierta idea de mí mismo, y eso es todo. Hay que conservar una serie de valores que no se deprecian con el paso del tiempo. Lo demás son modas del momento, situaciones fugaces y mutables. En una palabra, pamplinas.
El marqués lo miro con fijeza. El tono ligero de la conversación se habia disipado por completo.
-Don Jaime, su reino no es de este mundo. Y conste que se lo digo con el máximo respeto, el que usted me inspira... Hace ya tiempo que me honro con su trato, y sin embargo sigo sorprendiéndome a diario de esa peculiar obsesión suya por el sentido del deber. Un deber ni dogmático, ni religioso, ni moral... Tan sólo, y eso es lo insólito en estos tiempos en que todo se compra con dinero, un deber hacía si mismo, impuesto por su propia voluntad. ¿Usted sabe lo que eso significa hoy en día?
Jaime Astarloa frunció el ceño con testaruda expresión. El nuevo derrotero de la conversación lo incomodaba aún más que el anterior.
-Ni lo sé, ni me interesa, Excelencia.


El maestro de esgrima (Arturo Pérez-reverte)

Comentarios

  1. interesante dialogo.... muy exquisito.... lo unico que te falto poner al a ultimo fue un
    TOUCHE!
    UN BESOIN Y BUEN FINDE SEMANA!

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