Miedo

Hola,

Llevo días enfermo, ahora ya la cosa esta mucho mejor, aunque mi doctora ha preferido esperar, porque con las cosas del respirar hay que ir con cuidado. Pero no quiero hablaros de lo bien, o lo mal que estoy, sino del cambio de tu cabeza cuando tienes miedo.
Y no me refiero al miedo a una acción concreta, un susto, un sobresalto, una emoción fuerte... Ni el pánico patológico, en mi caso a las agujas hipodérmicas, del cual avisas a las enfermeras que te pinchan sin parar, y del que no te hacen caso. Después no soy yo el que ha de colocar un tío desmayado de mas de 90 kilos en una camilla. Ya sabéis, quien avisa, es un avisador.
Hablo del miedo a la incerteza, al no saber que sucede, a ver que algo funciona mal y que ni tu, ni nadie cercano, tiene la solución. A abrir con todas tus fuerzas la boca para coger aire, y al ver que este no entra, y pensar, la jodimos. Quieras o no, tu acabas centrado en minimizar aquello que te da miedo, en poner todo lo demás en piloto automático, y en centrarte en el problema, pero sigues viendo esa terrible situación entre miedo e impotencia, de todos los que te quieren y rodean, donde lo único que pueden hacer es esperar.
Pues una vez ha entrado en tu cuerpo ese miedo, todas las cosas se relativizan, el orden de importancia en esta vida cambian. No es que vaya a tomar a partir de ahora decisiones de las que cambian una vida, ni mucho menos. Pero hay pequeñas cosas, pequeños te quiero, cosas de aquellas que sinceramente piensas, ya tendré tiempo para hacerlo, pasan a voy a hacerlo, antes de pasar miedo de nuevo.
Quizá, de vez en cuando, estos sustos están bien para dejar de vivir en piloto automático y pasar de nuevo a tomar el timón. Pero el poso que deja el miedo, me da miedo, y no me gusta vivir con él. Respiraré hondo, ahora que puedo, y volveremos a empezar. Volvemos a iniciar el partido después del tiempo muerto.

Os dejo con con una canción de los M-Clan, una gran canción.

M-Clan - Miedo