Es mucha sensatez

Marcos estaba sentado en la mesa del bar, acompañado de Adriana, la cual hablaba por el móvil. En su mano, desde hacía un buen rato, tenia un tubo de cerveza al cual no le había dado ni el primer sorbo, y su mirada estaba perdida en un punto en la calle, donde un par de quinceañeros apuraban, comiéndose a besos, los últimos minutos antes del toque de queda de ella.
Juan entró en el local, pidió un quinto al camarero, y se dirigió a la mesa. Fue a sentarse al lado de Marcos, al tiempo que se sentaba le propinaba un empujón que casi le hace tirar la cerveza, encima de Adriana.
-Ey! cuidado con lo que haces, que casi me manchas – dijo ella, mientras cerraba su móvil.
-Es que Marcos esta alelao- contesto Juan.
Despacio como si no quisiera acabar de perderse algo que estuviera mirando, Marcos giró la cabeza hacia Juan. Le sonrió, mientras el tubo en la mesa.
-¿Dónde tienes la cabeza, chaval? – preguntó Juan.
-En nada - respondió Marcos en un tono quedo.
-Los hombres sois imposibles – dijo Adriana – ¿cómo decís siempre que no pensáis en nada?.
-Ya se que las hembras – empezó a explicar Juan en tono académico - , seres superiores, sin duda, no sois capaces de entender a seres simples como nosotros – mientras rodeaba con su brazo el cuello de Marcos- Pero tenemos la extraña habilidad de no pensar en nada ¿verdad?.
-Verdad – respondió Marcos.
El camarero llego con una bandeja llena de bebidas, cogió un quinto y se lo dejo delante de Juan. Al tiempo, Adriana ponía su mano en el brazo de Marcos, y antes de que pudiera decir nada, el respondió. "Estoy bien"
Al volver a casa, Juan acercó a Adriana hasta la suya.
-¿Hoy Marcos estaba muy raro, no? – Preguntó Juan
-¿Cuanto hace que no vemos a Sara?.
-Imposible, son la pareja perfecta. Si hasta le escribió aquel poema ese de los quince mil encantos. Y deja que te diga algo de los hombres, eso no lo hacemos si no estamos seguros que será la redifinitiva.

(meses mas tarde, en una emisora de radio)

Tu y yo lo sabíamos, que este tema de Los escarabajos iba a ser tres, dos o uno. Dicen que detrás de todo gran tema, hay una gran historia. Pues las malas lenguas dicen que este temazo es porque alguien le rompió el corazón a Marcos. No te queremos ningún mal Marquitos, pero si cada vez que te rompan el corazón vas a hacer cosas así, ojalá te lo rompan más veces. En casa, subid el volumen de vuestra radio, apagad la luz y encended los mecheros

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Me cuesta tanto olvidarte - Mecano (Entre el cielo y el suelo 1986)