Otra vez internet

Hola,

Poned en vuestra cabeza la música de fanfarria que ponen en las pelis americanas cuando se presenta un presidente. Si supiera como se llama la pondría yo mismo. Sacad a la banda de música de la High school con esos gorros ridículos. A las animadoras haciendo cabriolas. Y los globos rojos, blancos y azules. Porque ayer por aclamación popular, 2 abuelos y una gestora, y por la falta de comparecencia de gente, he sido reelegido como presidente de mi comunidad. "Os debo una explicación, y os la voy a dar..." fueron mis primeras palabras como en la película de Berlanga mientras salía al balcón, pero como no me se mas trozo ahí se quedo todo.
A parte de esto, hay una noticia que me golpea las neuronas de mi cabeza cada vez que la oigo, o la leo en los periódicos. Ya os lo he repetido cientos de veces que no entiendo como la gente se mete en estos follones, pero al parecer hay a mucha gente que le parece algo normal. La noticia, como no podía ser otra, es el informático de 25 años detenido por chantajear niñas para que le enviaran fotos y vídeo eróticos. Dicen que este empezaba haciéndose pasar por una chica en el messenger. Vale, no has de aceptar a cualquiera en el messenger, pero vale. Y que tras hacerse amigo de ellas, les empezaba a pedir fotos subidas de tono. Hasta que se descubría y las chantajeaba con robarles el messenger o difundiendo las imágenes.
Como siempre os digo, llevaros toda la historia al mundo sin internet. Eres una chica, y un tio vestido de tia se hace tu amiga. Hablas con él. Os hacéis amigos de la muerte, y empieza a pedirte fotos tuyas cada vez con menos ropa, e incluso algún vídeo. Y tu vas y se los das, como haces con todas tus amigas. Al final se quita el maquillaje y te dice que o le das fotos XXXXXX, o te reventará el buzón de casa, o pondrá esas fotos tuyas, que ya le has dado, por toda la ciudad. Bien, ¿en que momento hubierais empezado a dudar de la amistad de este tipo? Ya se que me estoy volviendo un viejo cascarrabias, pero si me quieres ver en bolas, será en mi casa y después de conocer a mis padres. O quizá sea esa la razón por la que puedo contar a mis amigos con los dedos. Sea como sea, no lo entiendo.