Hoy toca...

Hola,

Hoy no podía escribir sobre ningún otro tema. Ya sabéis que el fútbol me encanta, y ayer hubo el enésimo partido del siglo de mi vida. No quiero explicaros que si ayer jugaron bien, mal, o que fallos tácticos hubo, sino de la gente.
Ayer sobre las 23:45 había gente con la sensación de haber conquistado el mundo, y otros con la sensación de haberlo perdido. ¿Será por el gran espectáculo futbolístico? Pues no. Hace unos días escribí otro post sobre fútbol, porque el partido me emocionó, pero el de ayer fue importante, bonito, luchado, pero no un espectáculo. ¿Será por la rivalidad de las ciudades? Pues no. Porque hoy se juega un R.C.D. Espanyol - Atlético de Madrid, que mucha gente va a pasar por alto. ¿Será por la rivalidad entre las entidades? Pues no. Porque ayer por la tarde se enfrentaron, pero jugando a baloncesto, y muchos ni lo saben. ¿Será por razones socio-políticas? Cada vez hay menos de eso. Cada día hay más "culés" en Madrid y más "merengues" en Barcelona. Aunque hay muchos que hacen de estos encuentros una bandera.
Podríamos pasarnos el día con estas preguntas y llegaríamos a la conclusión que parece un sinsentido. Entonces nos queda una sensación que solo se produce en los Madrid-Barça jugando a fútbol y no por una razón lógica. Pero las televisiones se pasan días antes, durante y después hablando de ello. Ayer un canal dedicó 24 horas a debatir del partido. Las calles se quedan vacías, y no es una exageración, durante 90 minutos. Y se colapsa el tráfico de la ciudad del equipo ganador al terminar. Ayer se cortó la calle Pelayo y las Ramblas. Hoy media España se ha levantado enfadada y la otra con una sonrisa en la boca. La única respuesta que me viene a la cabeza para esta locura, de la que participo, es una frase muy futbolera: "El fútbol es un estado de ánimo".