Nadie debería sobrevivir a una persona a la que ha visto nacer
Hola,
Nadie debería sobrevivir a una persona a la que ha visto nacer, a la que tuvo en sus manos a las pocas horas de llegar a este mundo. Acabo de repasar las fotos de familia, y allí esta ella, pequeña, feucha, durante el septiembre del año 1993. Y ya ni hablemos del caso de mi abuela que desde ayer ha enterrado a un marido, un hijo y ahora una nieta.
Vivimos en una época donde la filosofía imperante es que has de vivir la vida al momento, intensamente y que puedes hacer todo aquello que te propongas. Solo que al pie de esas frases motivadoras, falta una advertencia que te diga, excepto que te pille el cáncer, entonces jódete.
Mi prima llevaba algo mas de dos años luchando contra la leucemia. Empezó con unos dolores en los huesos, en las articulaciones, que la familia catalogo con "son manies de la nena", que tras los primeros análisis se confirmo, leucemia.
En mi opinión la lucha contra el cáncer va al revés que con las demás enfermedades.Si no haces nada cuando tienes cáncer, el resultado es que estas muerto. Una gripe puedes no hacer nada y no tienes porque morir. Después de quimioterapias y trasplantes, la cosa parecía haber mejorado, pero has de dejar pasar cinco años para considerar que la leucemia esta vencida. Al poco mas de un año volvió y empezaron de nuevo los tratamientos, pero esta vez su cuerpo lo llevaba peor. En los últimos meses los médicos ya le habían dado pocas esperanzas un par de veces, pero siempre se recuperaba.
Hará cosa de un mes, todas las opciones de los médicos eran malas, pero debían elegir. Hace una semana el médico dio pocas esperanzas de que superará el último contratiempo. Los días siguientes la cosa solo hizo que empeorar. Se estabilizo el martes, e intentaron uno de los últimos tratamientos. El miércoles pensaban que no llegaría viva al jueves. El jueves se la llevaban a su Palamós natal donde moría a media tarde.
Se que casi nada de esto se lo he explicado a casi nadie, de hecho solo a aquellos que me conocen tan bien que solo verme me decían, "A ver ¿qué te pasa?". Se que muchos se enteraron al ver que no aparecía a trabajar, o hacer las cosas diarias, y alguno se enterará al leer estas líneas, pero lo siento, no llevo bien que se me muera gente. No llevo bien ver llorar a mi madre, o mantener una conversación con ella mientras no deja de sollozar. No llevo bien escuchar a mi tío, mi padrino, el padre de mi prima decir, "Si se muere, me muero." No llevo bien ver a mis primos y tíos con la mirada perdida a ninguna parte y saber que están maldiciendo la puta mala suerte de una de las peques de la familia. A todos aquellos que me habéis dado ánimos estos días, gracias.
La vida de mi prima Noemi y la mía han sido durante 21 años totalmente divergentes, dos universos con poco en común, pero no hay teoría científica que explique todo lo que se me ha removido en estos últimos días. Los últimos dos días han sido 48 horas reloj en mano, pero mi cabeza dice que como poco ha sido una semana y hay un hueco en algún lugar no físico de mi cuerpo. Y aunque mi idea sobre la vida y Dios es muy diferente a la suya, espero que ella que creía fervientemente en Él y que para ella todo tenía un sentido en el orden del Señor, ahora mismo haya encontrado lo que esperaba encontrar, ya que se lo merece aunque solo sea por todo lo que ha llegado a sufrir en los últimos dos años de su vida.
Ahora lo que queda por hacer es continuar. Sus padres y hermanos tendrán el resto de sus vidas un hueco que no podrán llenar nunca con nada, y aún tardarán mucho tiempo en recuperarse de este duro golpe, pero como el mundo no para habrán de aprender a vivir con él y continuar.
Nadie debería sobrevivir a una persona a la que ha visto nacer, pero a esta vida estas cosas le importan bien poco.
Nadie debería sobrevivir a una persona a la que ha visto nacer, a la que tuvo en sus manos a las pocas horas de llegar a este mundo. Acabo de repasar las fotos de familia, y allí esta ella, pequeña, feucha, durante el septiembre del año 1993. Y ya ni hablemos del caso de mi abuela que desde ayer ha enterrado a un marido, un hijo y ahora una nieta.
Vivimos en una época donde la filosofía imperante es que has de vivir la vida al momento, intensamente y que puedes hacer todo aquello que te propongas. Solo que al pie de esas frases motivadoras, falta una advertencia que te diga, excepto que te pille el cáncer, entonces jódete.
Mi prima llevaba algo mas de dos años luchando contra la leucemia. Empezó con unos dolores en los huesos, en las articulaciones, que la familia catalogo con "son manies de la nena", que tras los primeros análisis se confirmo, leucemia.
En mi opinión la lucha contra el cáncer va al revés que con las demás enfermedades.Si no haces nada cuando tienes cáncer, el resultado es que estas muerto. Una gripe puedes no hacer nada y no tienes porque morir. Después de quimioterapias y trasplantes, la cosa parecía haber mejorado, pero has de dejar pasar cinco años para considerar que la leucemia esta vencida. Al poco mas de un año volvió y empezaron de nuevo los tratamientos, pero esta vez su cuerpo lo llevaba peor. En los últimos meses los médicos ya le habían dado pocas esperanzas un par de veces, pero siempre se recuperaba.
Hará cosa de un mes, todas las opciones de los médicos eran malas, pero debían elegir. Hace una semana el médico dio pocas esperanzas de que superará el último contratiempo. Los días siguientes la cosa solo hizo que empeorar. Se estabilizo el martes, e intentaron uno de los últimos tratamientos. El miércoles pensaban que no llegaría viva al jueves. El jueves se la llevaban a su Palamós natal donde moría a media tarde.
Se que casi nada de esto se lo he explicado a casi nadie, de hecho solo a aquellos que me conocen tan bien que solo verme me decían, "A ver ¿qué te pasa?". Se que muchos se enteraron al ver que no aparecía a trabajar, o hacer las cosas diarias, y alguno se enterará al leer estas líneas, pero lo siento, no llevo bien que se me muera gente. No llevo bien ver llorar a mi madre, o mantener una conversación con ella mientras no deja de sollozar. No llevo bien escuchar a mi tío, mi padrino, el padre de mi prima decir, "Si se muere, me muero." No llevo bien ver a mis primos y tíos con la mirada perdida a ninguna parte y saber que están maldiciendo la puta mala suerte de una de las peques de la familia. A todos aquellos que me habéis dado ánimos estos días, gracias.
La vida de mi prima Noemi y la mía han sido durante 21 años totalmente divergentes, dos universos con poco en común, pero no hay teoría científica que explique todo lo que se me ha removido en estos últimos días. Los últimos dos días han sido 48 horas reloj en mano, pero mi cabeza dice que como poco ha sido una semana y hay un hueco en algún lugar no físico de mi cuerpo. Y aunque mi idea sobre la vida y Dios es muy diferente a la suya, espero que ella que creía fervientemente en Él y que para ella todo tenía un sentido en el orden del Señor, ahora mismo haya encontrado lo que esperaba encontrar, ya que se lo merece aunque solo sea por todo lo que ha llegado a sufrir en los últimos dos años de su vida.
Ahora lo que queda por hacer es continuar. Sus padres y hermanos tendrán el resto de sus vidas un hueco que no podrán llenar nunca con nada, y aún tardarán mucho tiempo en recuperarse de este duro golpe, pero como el mundo no para habrán de aprender a vivir con él y continuar.
Nadie debería sobrevivir a una persona a la que ha visto nacer, pero a esta vida estas cosas le importan bien poco.
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