La cosa va de vídeos virales

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La wikipedia define:
Vídeo viral: Una grabación que ha sido ampliamente difundida a través de Internet, por publicidad o por envío, por correo electrónico, por mensajería instantánea, por blogs y mediante otros sitios web.
Hoax: Un bulo o noticia falsa, es un intento de hacer creer a un grupo de personas que algo falso es real. El término en inglés "hoax", con el que también es conocido, se popularizó principalmente en castellano al referirse a engaños masivos por medios electrónicos (especialmente Internet).

Los chicos de "La nave del misterio" en su versión para la radio, llamada Milenio 3,  han recogido el guante de "Charlie, Charlie" y le han dado explicación y sentido. En un programa casi enteramente dedicado a los hoax y a los vídeos virales, donde han analizado muchas de las noticias falsas que suelen saltar en la red, las cuales si se pierde un poco de tiempo en contrastarlas uno descubre la falsedad, pero en la red todo va tan rápido que no se contrasta y encima queda en el inconsciente colectivo como que fue verdad. A veces no hace falta lanzar la noticia con malicia, ahí tenemos al pobre Pitingo teniendo que dar razones por una broma del "El mundo today" que algún medio "serio" se tomo como real.
Dentro de la categoría de video viral al servicio del marketing, parece que es la categoría en la que hay que englobar a "Charlie, Charlie". Todo como primera fase publicitaria que culminará con la promoción de una película de terror. Nada nuevo, que no hayamos visto otras veces, pero con menos impacto, ¿recordáis "El proyecto de la bruja de Blair"? En este caso, en cambio, si se le une a la potencia de la red, y que ha calado en la chavalería que son los mayores consumidores, hemos vuelto una publicidad en un hecho viral "real". Además en este caso en concreto, y debido a la juventud de los que "han picado", ya se ha dado algún caso de niños con terrores nocturnos o ataques de ansiedad, debido a que la mini-ouija les dio una respuesta preocupante. Actos colaterales como lo de Pitingo.
No hay vuelta atrás, la tecnología ya no la para nadie. Así que al igual que nos adaptamos a ver a nuestros artistas haciendo play-black en la tele, o en todas parte como los Milli Vanilli, hay que empezar a saber que leemos/vemos en la red y que veracidad le concedemos. Al mismo tiempo, hay que enseñarle a la generación digital que crece, a desarrollar este criterio. Bienvenidos a la revolución robótica.

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