Nuestra imagen exterior

Hola,

Hace unos días que las redes sociales en España están escandalizadas por lo que dicen que dijo el director general de Snapchat que no quería que su aplicación para móviles se expandiera por España y otros países, por considerarlos países pobres. No os toméis en serio si lo dijo o no, ya que quien dice que lo dijo, es un ex-empleado descontento que ahora mismo los está demandando. Quedaros con el concepto que alguien, ya sea el director general, el empleado o algún otro piensa que España es un país pobre.
Hace un par de semanas el genial músico y compositor Ed Sheeran sacó un nuevo disco. En él hay un tema llamado Barcelona, en el cual narra sus experiencias en la ciudad y lo reduce todo a fiesta, alcohol y a señoritas. Tampoco os toméis a mal lo del señor Sheeran pero quedaros con el concepto que ve Barcelona como un lugar de fiesta y no como el centro tecnológico puntero del país.
De ambas percepciones podemos echarle la culpa a la Marca España. No me refiero al proyecto que tiene el Gobierno con ese nombre para promocionar nuestro país, sino a la imagen que entre todos proyectamos hacía afuera, lo cual es merito y demérito nuestro. Tenemos a uno de los científicos que mas hacen por combatir el cáncer en el mundo, pero casi nadie en el país conoce su nombre. Tenemos uno de los observatorios espaciales mas importantes del planeta, pero casi nadie en el país lo sabría ubicar en un mapa. Tenemos a un premio Nobel de literatura viviendo en nuestro país, y solo le perseguimos para saber cuando se va a casar con la mujer filipina que es el máximo exponente de las noticias en papel cuché. Tenemos cada vez mas empleos de servicios y menos de investigación o desarrollo, y seguimos sin quejarnos. Tenemos grandes inventos pero los producimos fuera y los compramos a precio de oro. Tenemos una educación cada día mas basada en razones políticas y les seguimos aplaudiendo las gracias..... la lista de nuestras culpas es muy larga, pero creo que queda clara la idea.
Nunca hasta que alguien no vive en un lugar no lo percibe como es realmente.  Solo unos pocos pueden vivir en el mismo lugar, así que la opinión de la mayoría sobre ese lugar siempre será a base de las percepciones que reciba de él. Si no nos gusta la percepción que tienen desde fuera de nosotros, entonces habrá que cambiar la manera en la que hacemos las cosas. Si por el contrario nos gusta como hacemos las cosas, deberemos aceptar la imagen que damos.

Autor: Ben White

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