Plataformas y creadores
Hola,
Si entráis en las redes sociales habitualmente habréis empezado a notar que los creadores (creadores, influencesrs, divulgadores, gamers,...) de contenido están empezando a cansarse de las reestricciones de las plataformas. Tienen razón y no.
El último caso lo ha protagonizado Melo Moreno, también conocida como Yellow Mellow, que hace unos días decidió hacerse una foto en top-less con unas amigas y subir la foto a Instagram. La plataforma la eliminó rapidamente y ella ha contraatacado difundiendo la foto lo máximo posible como protesta. Ella se postula que los pechos femeninos no son nada ofensivos, per se, como no lo es casi nada en este mundo. Así que grita a los cuatro vientos que la plataforma ha de permitirlos. No es solo con este tipo de fotos y en esta plataforma, los historiadores no pueden hablar del nazismo en YouTube, no puedes poner ni un segundo de música de una gran multinacional sin que te acusen de ladrón,.... pero esta vez las dos parates tienen razón.
Todo creador sabe, o debería de saber, es que el único objetivo de la plataforma es ganar dinero. Los nuevos y grandes negocios en internet tienen una caracteristica curiosa respecto a los negocios tradicionales. Ellos ponen la plataforma pero los productos los ponen algunos clientes, los consumen otros clientes sin pagarlos y las ganancias llegan a través de los anuncios de terceros. En el negocio tradicional sería que una persona pone una panadería, pero el pan lo hacen algunos clientes y los que se lo comen son otros clientes sin pagarlos, y las ganacias llegan a través de la empresa que pone la publicidad que ha inundado de carteles del último móvil de moda toda la panadería. (Este ejemplo es muy generalista ya que cada plataforma tiene sus diferencias. YouTube paga a los panaderos aficionados que mas demanda tienen, mientras que en Instagram es el anunciante quien paga al panadero de éxito.) Así que como el objetivo es ganar dinero y este solo vienen de los anunciantes, nunca del producto, las plataformas hacen lo necesario para que los anunciantes se sientan a gusto.
El controlar que los contenidos que los creadores suben gusten a los anunciantes, cuando este contenido son millones de datos por segundo, es una tarea imposible de realizar por humanos, así que se utilizan algoritmos. La teconologóa es una pasada. Controlar palabras escritas es complicado. Controlar sonidos lo es mucho mas (aquí Jaime Altozano os explica como de complicado es), pero detectar que es lo que se ve en una imagen es un doble mortal. Así que ya es un éxito que un algoritmo sepa distinguir entre unas tetas y un coche, pero lo que aún no podemos perdirle es que sepa con que intención las ha colocado el creador. Para el algoritmo todo son tetas pero aún no puede distinguir si es algo casual, artístico o porno. A los anunciates, recordemos que son los que pagan, no quieren que su producto aparezca anunciado al lado de nada ofensivo, denigrante,... así que el algoritmo elimina todo lo que pueda ser. Da igual si el vídeo habla del desembarco de Normandia de manera histórica o como apología del nazismo, ante la duda lo elimina, lo bloquea, lo desmonetiza,...
Por lo tanto, los creadores tienen razón que ante creaciones que no intentan ofender, denigrar, robar derechos de propiedad intelectual,... la plataforma no debería de sancionarlas, pero las plataformas no son ningún foro público, son zonas a las que una empresa te da libre acceso porque en ello está su negocio. Los creadores son libres de quejarse, y muchos de ellos con razón, pero si no les gusta las normas de la plataforma deberían de cambiar y ofrecer sus productos en otra parte.
Si entráis en las redes sociales habitualmente habréis empezado a notar que los creadores (creadores, influencesrs, divulgadores, gamers,...) de contenido están empezando a cansarse de las reestricciones de las plataformas. Tienen razón y no.
El último caso lo ha protagonizado Melo Moreno, también conocida como Yellow Mellow, que hace unos días decidió hacerse una foto en top-less con unas amigas y subir la foto a Instagram. La plataforma la eliminó rapidamente y ella ha contraatacado difundiendo la foto lo máximo posible como protesta. Ella se postula que los pechos femeninos no son nada ofensivos, per se, como no lo es casi nada en este mundo. Así que grita a los cuatro vientos que la plataforma ha de permitirlos. No es solo con este tipo de fotos y en esta plataforma, los historiadores no pueden hablar del nazismo en YouTube, no puedes poner ni un segundo de música de una gran multinacional sin que te acusen de ladrón,.... pero esta vez las dos parates tienen razón.
Todo creador sabe, o debería de saber, es que el único objetivo de la plataforma es ganar dinero. Los nuevos y grandes negocios en internet tienen una caracteristica curiosa respecto a los negocios tradicionales. Ellos ponen la plataforma pero los productos los ponen algunos clientes, los consumen otros clientes sin pagarlos y las ganancias llegan a través de los anuncios de terceros. En el negocio tradicional sería que una persona pone una panadería, pero el pan lo hacen algunos clientes y los que se lo comen son otros clientes sin pagarlos, y las ganacias llegan a través de la empresa que pone la publicidad que ha inundado de carteles del último móvil de moda toda la panadería. (Este ejemplo es muy generalista ya que cada plataforma tiene sus diferencias. YouTube paga a los panaderos aficionados que mas demanda tienen, mientras que en Instagram es el anunciante quien paga al panadero de éxito.) Así que como el objetivo es ganar dinero y este solo vienen de los anunciantes, nunca del producto, las plataformas hacen lo necesario para que los anunciantes se sientan a gusto.
El controlar que los contenidos que los creadores suben gusten a los anunciantes, cuando este contenido son millones de datos por segundo, es una tarea imposible de realizar por humanos, así que se utilizan algoritmos. La teconologóa es una pasada. Controlar palabras escritas es complicado. Controlar sonidos lo es mucho mas (aquí Jaime Altozano os explica como de complicado es), pero detectar que es lo que se ve en una imagen es un doble mortal. Así que ya es un éxito que un algoritmo sepa distinguir entre unas tetas y un coche, pero lo que aún no podemos perdirle es que sepa con que intención las ha colocado el creador. Para el algoritmo todo son tetas pero aún no puede distinguir si es algo casual, artístico o porno. A los anunciates, recordemos que son los que pagan, no quieren que su producto aparezca anunciado al lado de nada ofensivo, denigrante,... así que el algoritmo elimina todo lo que pueda ser. Da igual si el vídeo habla del desembarco de Normandia de manera histórica o como apología del nazismo, ante la duda lo elimina, lo bloquea, lo desmonetiza,...
Por lo tanto, los creadores tienen razón que ante creaciones que no intentan ofender, denigrar, robar derechos de propiedad intelectual,... la plataforma no debería de sancionarlas, pero las plataformas no son ningún foro público, son zonas a las que una empresa te da libre acceso porque en ello está su negocio. Los creadores son libres de quejarse, y muchos de ellos con razón, pero si no les gusta las normas de la plataforma deberían de cambiar y ofrecer sus productos en otra parte.
Autor:
getrefe.tumblr.com
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