España en emergéncia climática

Hola,

Desde ayer, 22 de enero, España está en emergencia climática. Siguiendo la estela de ciudades como Barcelona que la declaró el pasado día 15, pero ahora es a nivel estatal.
No quiero repetirme en los puntos que ya redacte hace siete días, pero al igual que la de Barcelona solo es una declaración de buenas intenciones. Intenciones inconcretas y con fechas a muy largo plazo. Que si en 20 años el 85% de las energías sean renovables, que si en 30 años reducir las emisiones de CO2... No explican el como hacerlo y de hacerlo lo fían a fechas que los científicos dicen que todo el mal será irreversible, os recuerdo que el límite marcado por estos es el 2030, y hablamos de políticos que a mucho asumir en 4 años ya no estarán en el poder.
Soy programador así que a mi me suele resultar muy fácil simplificar los problemas a esquemas lógicos. Aquí hay dos grupos de dos posibilidades. Uno que los científicos tengan razón y otra en la que no. Y en ambas opciones tenemos otras dos opciones, que son la misma, les hacemos caso  y actuamos ahora o no.
-Si tienen razón y actuamos ahora en 2030 tendremos un mundo algo mejor
-Si tienen razón y no actuamos ahora en 2030 tendremos un mundo mucho peor
-Si no tienen razón y actuamos ahora en 2030 tendremos un mundo algo mejor
-Si no tienen razón y no actuamos ahora en 2030 tendremos un mundo igual que el actual.
La lógica me dice que tengan o no razón los científicos, si ahora mismo reducimos las emisiones de CO2, adoptamos energías renovables,... el mundo será algo mejor en 2030. Si ahora mismo no hacemos nada en el mejor de los casos nos quedaremos igual y si nos equivocamos lo pagaremos caro. Entonces entra la variable de la política. Para mantener sus culos en esas sillas los políticos creen que han de tener el apoyo de las élites económicas, estas ahora mismo están sustentadas por negocios que producen mucha huella contaminante y hacer el cambio les supondría un dinero que no quieren gastar. Es mas, esperan que de cambiar tu y yo lo paguemos de nuestros bolsillos. Así que esto o lo pagamos con el bolsillo o con la salud (que también es nuestro bolsillo).
La otra opción es ¡revolución, ya!




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