Pensamiento único

-Yo no creo en eso que todos pensemos igual - replicó el alumno.
-No todos pero si casi todos lo hacemos - respondió el profesor.
-¿Conocéis estas piezas que son para niños pequeños, que suelen ser de madera, y son un circulo, un cuadrado, un triangulo y son de tres colores? Un triangulo rojo, un cuadrado rojo un circulo rojo, y así. ¿os suena? - Los alumnos asintieron.
-Bien pues si os doy un juego de esos a todos vosotros y os pido que ordenéis las piezas, sin daros mas indicaciones, seguramente casi todos pondréis los triángulos juntos, los cuadrados juntos y los círculos juntos.  En cambio, si ese mismo juego se lo damos a un niño que sepa que significa ordenar, seguramente pondrá juntas las piezas rojas, las azules y las amarillas. ¿Quién tiene razón? Los dos. Pero, ¿por qué la mayoría de los adultos siempre hacemos la misma ordenación y los niños no? Todo hace pensar que en algún momento nos han adoctrinado en como pensar.
-¿Queréis hacer un juego?
-Sí - contestaron casi todos
-Quien sepa la respuesta porque ya ha jugado, por favor, dejad a los demás. La pregunta es ¿cómo metes un elefante en una nevera?
Los alumnos se miraban entre ellos, a todos la respuesta les parecía tan obvia que no se atrevían a decir nada, ya que suponían que había trampa.
-Venga que alguien diga algo.
-No se puede - dijo alguien
-No.
-¡Empujando! - dijo otro
-No. - volvió a responder el profesor.
-No se puede dijo una chica en la primera fila.
El profesor sonrió y les dijo - abres la nevera, metes al elefante, cierras la nevera.
Ante el desconcierto de la clase continuó - Nuestro pensamiento único, adoctrinado, cuando os he hablado de un elefante y una nevera habéis pensado en un paquidermo de 4000 o 5000 kilos de entre 5 o 6 metros de largo y mas de 3 de altura. Y de una nevera, seguramente blanca por fuera, de unos justos dos metros de alto y poco mas de 80 cm de profundidad. ¿por qué? En la pregunta no os he dicho ni como era el elefante, ni si la nevera era tan grande como una fabrica o tan pequeña como la que llevamos a la playa. No he dicho que el elefante no fuera de peluche. Pero la mayoría de nosotros cuando se nos dan unas bases nosotros montamos en nuestra cabeza todo aquello que no se nos ha dicho.
-Pero es que todos pensamos en cosas reales - se oyó decir - Si no nos dan mas pistas pues pensamos en lo mas real.
-Si os hablo de un delfín, ¿cuántos estáis visualizando en vuestra cabeza un delfín rosa? Y los delfines rosas son reales, viven cerca del río Amazonas. ¿Por qué siempre pensamos en delfines grises? Otro juego. Dos de los mejores jugadores de ajedrez juegan cinco partidas en un días, ambos ganan tres partidas ¿cómo lo hicieron?
Los alumnos no entendían nada. - ¿cuántas partidas? - preguntó uno
-Cinco partidas y cada uno gana tres.
-No se puede - empezaron a decir todos.
-Dos de los mejores jugadores de ajedrez, juegan cinco partidas, en un días - repitió el profesor haciendo énfasis a cada parte - lo que no os he dicho y lo habéis supuesto vosotros es que jugaban entre ellos. - y repitió - Dos de los mejores jugadores de ajedrez, juegan cinco partidas, en un días.
-Pero eso es trampa al hablar - dijo alguien a escondidas.
-Vale, el último juego. Estad atentos. Coged apuntes si queréis. Un edificio, de diez plantas. Uno de las personas que vive en el décimo, baja todos los días por el ascensor, pero cuando vuelve a su casa, siempre va hasta el séptimo y acaba de subir los otros tres pisos a pie. ¿por qué?
Les dejó pensar un rato y cuando ya iba a darles la solución el chico tímido de gafas levantó la mano. - Dime - le dijo el profesor.
-Es un niño
-¿Y que, que sea un niño?
-Pues que por su altura al volver no llega al botón del piso diez.
-¡Premio para el caballero! No tiene porque ser un niño, simplemente alguien lo suficientemente bajito para no llegar mas allá del séptimo piso. Pero al bajar como el botón está a su alcance no tiene problemas. Otro día mas.




Autor: NeONBRAND

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