Los imprevistos
Hola,
La vida moderna no está preparada para que hayan imprevistos. No es posible aquello de - ¡paren el mundo que me bajo!. Todo va bien mientras no dejes de ser rutinario.
Pon que el niño se te pone malo, no puede ir al cole y tu te has de quedar en casa a cuidarlo. Él tendrá que recuperar por su cuenta las lecciones perdidas, alguien le tendrá que pasar los deberes,... tu tendrás que pedir un justificante, tendrás que ir dando explicaciones a jefes y jefecillos y todo para seguramente acabar doblando un turno para que no te calienten mas la cabeza ni perder dinero. Si tienes que ir a arreglar algo a la administración olvídate de intentar combinarlo, de 10h a 14h, en persona y solo los días y lugares señalados. Luego vienen los justificantes, que has de justificar tanto si has ido a pagar a hacienda como si te mueres. Hay algo mas triste que tener que ir al señor de la funeraria a decirle - mire usted, a ve si me puede hacer un papel que diga que estoy aquí velando al muerto y no de juerga en el bar.
Pero no parece que a nadie le moleste, esto es uno de aquellos momentos de si funciona no lo toques. Estamos en el siglo XXI pero seguimos funcionando como una fábrica de mediados del XIX, quizá porque así nos tienen mas controlados.
La vida moderna no está preparada para que hayan imprevistos. No es posible aquello de - ¡paren el mundo que me bajo!. Todo va bien mientras no dejes de ser rutinario.
Pon que el niño se te pone malo, no puede ir al cole y tu te has de quedar en casa a cuidarlo. Él tendrá que recuperar por su cuenta las lecciones perdidas, alguien le tendrá que pasar los deberes,... tu tendrás que pedir un justificante, tendrás que ir dando explicaciones a jefes y jefecillos y todo para seguramente acabar doblando un turno para que no te calienten mas la cabeza ni perder dinero. Si tienes que ir a arreglar algo a la administración olvídate de intentar combinarlo, de 10h a 14h, en persona y solo los días y lugares señalados. Luego vienen los justificantes, que has de justificar tanto si has ido a pagar a hacienda como si te mueres. Hay algo mas triste que tener que ir al señor de la funeraria a decirle - mire usted, a ve si me puede hacer un papel que diga que estoy aquí velando al muerto y no de juerga en el bar.
Pero no parece que a nadie le moleste, esto es uno de aquellos momentos de si funciona no lo toques. Estamos en el siglo XXI pero seguimos funcionando como una fábrica de mediados del XIX, quizá porque así nos tienen mas controlados.
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